La reciente depreciación del peso dominicano ha generado preocupación en los hogares por el aumento en los precios de productos importados, pero también abre una ventana de oportunidades para sectores estratégicos de la economía.
De acuerdo con el ministro de Hacienda, Magín Díaz, esta tendencia no representa un riesgo de crisis gracias a las reservas internacionales, pero sí impacta de manera positiva en áreas como el turismo y las exportaciones.
Turismo más competitivo
El turismo es uno de los principales beneficiarios. Al llegar con dólares o euros más fuertes, los visitantes encuentran precios más bajos en hoteles, restaurantes y actividades, lo que convierte a la República Dominicana en un destino más atractivo frente a competidores regionales.
Los turoperadores y hoteleros como Rainieri destacan que esta ventaja mejora la relación calidad-precio y puede incrementar el gasto promedio por turista, generando más divisas, pero para nada dicen del beneficio extra que ahora le dan sus operaciones.
Este lunes, durante su balance mensual de llegada de turistas al país, el ministro de Turismo, David Collado, afirmó que “cada turista que llega a la República Dominicana nos ayuda a mantener la estabilidad en el cambio del dólar”.
Exportaciones fortalecidas
De igual forma, los exportadores encuentran un escenario favorable. Sectores como zonas francas, agroexportación y minería reciben más pesos por cada dólar exportado, aumentando su rentabilidad.
No obstante, economistas advierten que esta ganancia debe balancearse con el encarecimiento de insumos importados, que puede elevar los costos de producción.
El reto para el Gobierno es aprovechar los beneficios en turismo y exportaciones mientras se protege a los consumidores del impacto en los precios internos, manteniendo la estabilidad cambiaria. (EC-at / OJO-jj)