El debate se apoya en unainvestigación forense dirigida por el científico español José Antonio Lorente, de la Universidad de Granada, basada en el análisis de ADN antiguo procedente de restos atribuidos al entorno familiar de Cristóbal Colón.
Los resultados se dieron a conocer en 2024 en un programa de RTVE dedicado a analizar su origen. En él se apuntó a unposible vínculo genético con poblaciones del Mediterráneo occidental, una hipótesis que no encaja del todo con la versión tradicional que sitúa su nacimiento en Génova. Entre las posibilidades planteadas figura un origen español o judío sefardí.
Un origen aún por esclarecer
Durante siglos, la mayoría de historiadores ha considerado válido un documento firmado por el propio Colón en 1498 en el que afirmabahaber nacido en Génova. Sin embargo, ese y otros textos han sido objeto de debate recurrente, alimentado por irregularidades documentales, rasgos lingüísticos en su correspondencia y el contexto de persecución religiosa de finales del siglo XV.
En su estudio, el equipo de Lorente analizó ADN del cromosoma Y y ADN mitocondrialextraído de restos atribuidos a su hijo Fernando y a su hermano Diego. El objetivo era buscar patrones genéticos que permitieran acotar su posible origen geográfico.
Más allá del caso concreto, la investigación refleja el peso creciente de la genética forenseen la revisión de relatos históricos asentados. En los últimos años, el análisis de ADN antiguo ha permitido replantear genealogías, migraciones y biografías construidas a partir de fuentes fragmentarias o contradictorias.
Lejos de cerrar el debate, estos indicios lo amplían. Incluso si futuros estudios confirmaran un origen distinto al italiano, los expertos recuerdan que la identidad de Colón no puede explicarse solo desde la genética. Su biografía está llena de lagunas, viajes y contradicciones documentales, lo que dificulta reducir su identidad a un único lugar de nacimiento. (La Razon / lara tarrio)
