No existe situación provocadora que hiera más a un adversario, que esa, de que, para el nuevo gobierno, la Nación existe solo a partir del 16 de agosto de 2020 y que unida a la absurda pretensión de que supuestamente solo las nuevas autoridades son las que han hecho algo a favor de la República, es suficiente para ganarse el encono y hostilidad de la gente.
Precisamente por ello, es la razón del porqué los del gobierno plutocrático de Abinader, no tienen un comportamiento noble y de respeto hacia los demás ciudadanos y banderías y lo más delicado, comenzando por el propio joven e inexperto gobernante, quién por lo visto, cree que lo resuelve todo, cuando lo que en realidad se observa, es esa imparable política de ganar tiempo y de echarle las culpas a todo a quien fuera gobierno u ocupara algún tipo de posición de poder entre el 2004 al 2020.
Para colmos y en lo que parece una nota delirante por su incapacidad e incompetencia en el manejo de la cosas pública y en la medida que pasan las horas, los días y semanas, se observa con preocupación, como el presidente se deja llevar de sus asesores más cercanos desde la política proveniente del PRD de cuando las Guerra Fría y que es como se recicló ahora con la identificación de Partido Revolucionario Moderno (PRM) volviéndose a ganar la vieja animadversión que le significó como PRD, que entregara el poder en el 1986 y de ahí emprendiera el calvario de ser rechazado por la nación hasta el 2020, cuando y más por maniobras políticas propagandísticas hijas de una nación desesperada por el inicio de la pandemia y la abrumadora campaña propagandística efectista, que el régimen anterior fuera incapaz de saber manejar es que Abinader y su grupo de resentidos logra un triunfo electoral probable pero no del todo cierto.
Sin embargo, la nación y viendo el talón de Aquiles que afecta radicalmente a la nueva administración, todo el mundo y comenzando por sus adversarios políticos estuvo dispuesto a darle beneficio de la duda al nuevo presidente y a su partido. Lamentablemente el nuevo oficialismo no supo entender que había ganado el poder, no por sí y sí porque la nación y agotada emocionalmente, quería pasar página.
Y ahí los resultados, nada es lo es y menos lo que parece y desde el Palacio Nacional, se mantiene una torpe y también absurda campaña propagandística inquisidora y con el solo propósito debilitar a la atrapada opinión pública y por el punto más débil de la población ante un gobierno de violentos, tratar de reducir a su mínima expresión que la atrapada opinión pública pudiera pronunciarse y hacerle ver a las autoridades, que ese no es precisamente el accionar que de él se esperaba.
Porque, y esto es lo otro, ¿por qué las autoridades tienen que aprovechar cuanto acto público protagonice Abinader y para robustecer las pretensiones reeleccionistas de este, cuando nadie discute y todo el mundo acepta, que Abinader tiene derecho a repostularse de cara al 2024?, ¿tampoco seguro el oficialismo se entiende, que con todo y esa gran ventaja electoralista, ni así el PRM considera que su candidato fuera el de mejores posibilidades electoralistas?
Cómo ya se está viendo. No hay día que desde de algún rincón de la República, algún sector ciudadano no se pronuncie contestatariamente o que los ciudadanos entiendan que desde el gobierno se les habla mentiras. El tema de los libros de Educación, por ejemplo. Pero resulta, que los padres que recibieron más de cinco millones de libros en los gobiernos anteriores del PLD son los primeros en desmentir a las autoridades y al ministro Fulcar en particular.
Por eso y debido a semejantes infundios, ya recurrentes entre los funcionarios gubernamentales y conociendo los ciudadanos cuantos miles de millones de pesos de los contribuyentes invirtieron los gobiernos anteriores al actual en todo lo que significó una inversión continua a favor de las infraestructuras nacionales, que entonces las personas se hastíen y viéndolo todo en perspectiva se apresten a explorar opciones electorales, que incluso pasen por una alianza electoral entre los partidos PLD y FP que relance las posibilidades electoralistas de la parte mayoritaria del pueblo dominicano que nunca ha dejado de valorar con propiedad un retorno al poder del expresidente Leonel Fernández y con lo que advertimos, presidente, detenga los ataques mentirosos y groseros contra la parte de las oposición arriba mencionada y por un simple detalle, cada vez hay una mayor cantidad de ciudadanos nada dispuestos a darle otra oportunidad, a un PRM del que ya la gente se está hastiando.
En este plano, es hora de que las autoridades se encuentren así mismas y se hagan sus autocriticas y que con el mayor sentido de la objetividad reencaucen un gobierno de ricos y nuevos en el poder, del que, por lo visto, pocos han entendido que pudiera confrontarse en su fecha límite de permanencia el 16 de agosto de 2024.
Por supuesto negar que Abinader tiene talento y cierta capacidad de maniobra, a nuestro juicio envidiable, sería caer en un error de perspectiva, que no es cierto que una persona con menos de dos dedos de frente pudiera cometer, pero hay un hecho real, para el sector más represivo en el Palacio Nacional, este y si no logra descalabrar a la mayor cantidad de voces independientes dentro del liderato de opinión, no están tranquilos y por eso de la terrible represión publicitaria de la que aquellos son víctimas y lo que refleja la notoria incapacidad política del mismo Abinader por neutralizar potenciales adversarios y peor, no mantener amigos y grave, no detener a sus "aliados", tan desbocados.
El domingo, el presidente rendirá el tradicional discurso de rendición de cuentas a la nación y lo menos que esperamos quienes somos agredidos de una y otra forma por sus agentes represivos gratuitos, es que ofrezca un ramo de olivo, solo eso, que se reencuentre con la nación, que le lleve paz y no que todos veamos tanto en él como en su gobierno, que la República se encuentra frente a su peor pesadilla: Un gobierno dispuesto a destruirla o socavarla y que de continuar y solo por miedo, todo el mundo se una frente a los desmanes abusivos del poder presidencial que acecha.
De ahí que digamos, que un gobierno que solo entiende que el país existe a partir del 16 de agosto de 2020, es uno que se está labrando su propia suerte y sin importar que la Constitución autoriza que el presidente Abinader está autorizado constitucionalmente, a una sola reelección. Con Dios. (DAG)
