LOS ÁNGELES.- La carrera en la Liga Nacional Oeste entre los Dodgers y los Gigantes fue una inolvidable. Los Ángeles empataron un récord de franquicia con 106 victorias, pero aún terminó detrás de San Francisco, que estableció un récord de franquicia propio con 107 victorias. Fue la primera vez que una división contó con dos equipos con al menos 105 victorias.
Sus enfrentamientos cara a cara también fueron bastante épicos. Los Gigantes se llevaron la serie de la temporada, 10-9, al ganar el último juego, que finalmente resultó ser la diferencia en la división. Pero eso de alguna manera todavía no comienza a explicar cuán estrechas han sido las batallas entre los dos equipos.
Después de seis meses de luchar entre sí, ambos equipos fueron recompensados con el primer encuentro de postemporada en la historia de su rivalidad. La serie ciertamente ha estado a la altura de las expectativas.
Y después de una victoria de los Dodgers por 7-2 sobre los Gigantes el martes en el Juego 4 de la Serie Divisional de la Liga Nacional en el Dodger Stadium, todo se reducirá a un juego en el que el ganador se lo lleva todo el jueves en Oracle Park.
Será el tercer juego en el que el ganador se lo lleva todo entre los Dodgers y los Gigantes en la historia de la rivalidad, el primero desde el 3 de octubre de 1962 en el Dodger Stadium.
«Esto es lo que quiere el béisbol», dijo el manager de los Dodgers, Dave Roberts, con una sonrisa. «Según tengo entendido, todas las series están terminadas y, por lo tanto, vamos a ser el único show en la ciudad. Entonces, si tienes pulso o eres un fanático de los deportes, es mejor que estés atento a los Dodgers-Gigantes. Va a ser genial». Con los Dodgers enfrentando la eliminación, necesitaban que sus estrellas dieran un paso al frente o su temporada terminaría. Ciertamente obtuvieron lo que necesitaban.
El abridor de los Dodgers, Walker Buehler, le dijo al manager Dave Roberts que quería comenzar el Juego 4 a pesar de estar en tres días de descanso luego de lanzar 99 lanzamientos en el Juego 1. Buehler nunca había comenzado un juego con un descanso corto. Le dio a Los Ángeles todo lo que necesitaba y más.
Buehler permitió una carrera y ponchó a cuatro en cuatro entradas y un tercio. Tenía mucha adrenalina, con un promedio de 96.1 mph en la recta de cuatro costuras, casi una mph más que su promedio de la temporada. Fue retirado después de 71 lanzamientos y fue recibido en el dugout de casa con una merecida ovación de pie.
“Estuvo atacando la zona. Utilizó cuatro lanzamientos diferentes, los tiró para strikes y se expandió cuando lo necesitaba”, dijo el receptor de los Gigantes, Buster Posey.
Fuente: El Caribe
