Una pasarela de piso falso

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Todo cuanto hasta ahora se ha visto y que muchos han creído entender con este desfile continuo de figuras militares y civiles estadounidenses, es que EEUU parecería que entendió que el problema no se encuentra en su devoto amigo del gobierno dominicano, sino que sabiendo que ya está a unos pasos de entrar a Haití para llevarle “civilidad y paz”, ha entendido, que desde el oriente de la isla no habrá reacción molesta alguna y menos, cuando su aire y mar están plagados de navíos estadounidenses que en cualquier momento entran y salen en los espacios territoriales dominicanos.

O sea, Washington no espera ningún tipo de reacción dominicana incómoda porque en cualquier momento, del otro lado de la frontera, sea una dotación militar estadounidense bien armada la que se vea la cara con la brigada de 8-13 mil efectivos que el ejército nacional tiene radicada allí permanentemente.

Es por eso, que en cierto modo y seguro que sin saber detalles de nuestro primer socio comercial al respecto, el presidente Abinader machaca con el reiterado pedido de ayuda internacional para resolver lo de Haití, mientras del lado estadounidense, todo indica y conociéndose que navíos estadounidenses y canadienses ya están alrededor de Haití y otros entrando en el golfo de Gonaive, que Norteamérica tiene otros planes aun no concretados pero en marcha y con miras de “pacificar”, un país, que dominado por 250 pandillas con un ejército de 5-10 mil pandilleros, hasta ahora es lo más parecido a una tierra de nadie en la que todo pasa  y todos hacen como que no se dan cuenta.

¿Y esto por qué?, por la simple razón, de que la burguesía de origen otomano que hay allí y que es el factor que financia a las pandillas, mientras desde EEUU y de contrabando le entran toneladas de armas provistas por determinados comerciantes y contrabandistas estadounidenses de origen haitiano, su único interés es que todo siga igual y nada cambie, mientras ”por trasmanos”, esa burguesía “haitiana” y con su aliada dominicana, de hecho, lava sus dineros, recursos y activos dentro de la economía dominicana y como el mejor modo de proteger sus intereses, ahora que  República Dominicana es su mejor garante  con el primer gobierno plutocrático dominicano en ejercicio desde el 2020.

Abinader, entonces se encuentra y posiblemente todavía sin saberlo, que el país que gobierna, en la práctica, es la mejor base de apoyo para esa burguesía haitiana y lo que significa, que cuando el pueblo haitiano o sus mass media caigan en cuenta de lo que ocurre, podría darse el caso, de que eventualmente este país sea visto como enemigo y no como la nación aliada que constantemente Abinader quiere hacer creer.

Por esa tesitura y de suceder la incursión militar “humanitaria” y en armas de EEUU y Canadá, República Dominicana terminaría siendo vista como especie de agente encubierto de la política militar estadounidense de control haitiano y lo que nos lleva a esta otra situación, de que como las tropas y equipos del Comando Sur tienen vía abierta para entrar y salir de este país al momento que le plazca, para el gobierno dominicano sería una política estúpida creerse que de tal conflicto en ciernes pudiera salir con sus manos limpias.

Agréguese al propósito invasor norteamericano, la terrible campaña sediciosa mantenida por el Instituto Duartiano y otros grupos de radicales “nacionalistas”, propagando el discurso  más venenoso contra todo lo haitiano y hasta de incitación a que los dominicanos lleguen incluso a la violencia y con tal de “repeler la invasión haitiana” y lo que perfectamente entra en los planes de la política estadounidense y canadiense con relación a Haití y justamente, para provocar el pretexto de que Washington y Quebec entiendan, que como el gobierno y los militares dominicanos se muestran incapaces por controlar la violencia mediática y de odio anti haitiana desatada en el territorio nacional, paradójicamente, sea el pretexto, para que de improviso, Abinader se dé cuenta de que sus amigos norteamericanos le han colocado entre la espada y la pared.

De ahí que desde que los “nacionalistas” han desatado la campaña mediática más venenosa y absurda contra la población flotante haitiana y sin importar que un millón de sus miembros son trabajadores imprescindibles para la economía de este país, desde POR EL OJO DE LA CERRADURA hemos estado advirtiendo sobre el giro de los acontecimientos que se han empezado a movilizar y la muy peligrosa situación de afectación de nuestra seguridad nacional, que realmente está en juego.

Vamos a ver, ¿qué haría el gobierno de Abinader y al momento que semejante campaña tan venenosa, provoque un estallido incontrolable de dominicanos fáciles de manipular e influir y que lleguen al extremo de asesinar haitianos?, ¿creen en el Instituto Duartiano, cuyo presidente, que nació en un batey en la provincia de Barahona y que es también un dominicano con raíces familiares haitianas y como es el caso de la boquita picante de una comunicadora de apellido Despradel, antigua comunista y ahora $perremeísta$, si chequeamos sus ingresos publicitarios gubernamentales y que todo el tiempo vive reclamando que “a los haitianos hay que sacarlos a patadas”, que de suceder la tragedia que pregonan, la comunidad internacional se quedaría de brazos cruzados?

Lo advertimos y porque al final, lo que estamos observando, es que como al presidente, parecería que sus servicios de seguridad no le han advertido de hacia dónde puede desembocar la situación de eventual pérdida de la gobernabilidad, que haga por tratar de ver como reconduce el país y parar en seco las embestidas de los grupos “nacionalistas” tan extremistas y lo otro, tanto o más peligroso de militares en activo y también en retiro, advirtiendo, que supuestamente el apartidismo militar-policial no es una opción.

Lo enfatizamos, el peligro no está en que EEUU y Canadá se apoderen militarmente de Haití, sino que, por derivación de ese hecho, sea el gobierno dominicano el que se encuentre atrapado en un inesperado movimiento de pinzas y quedándose sin capacidad operativa.

¿Sería mucho pedir, que el gobierno revisara sus políticas y entienda, que con la inusitada visita de funcionarios estadounidenses y sobre todo de la última, la subsecretaria Sherman,  que fue un verdadero pase de manos para que la bestia se aquiete, ya están las condiciones para que ciertos acontecimientos foráneos regionales estallen y solo aguardando que el mensaje de odio de los “nacionalistas” ofrezca el pretexto, pero para declarar a este país un peligro para la comunidad internacional?

Nos resistimos a creer, que todavía Abinader no se dé cuenta del peligroso ajedrez en el que ha sido metido. Por eso hablamos de una pasarela de piso falso. (DAG) 16.04.2023