Cualquiera creería que a tres semanas de inicio del escándalo del intrant y su sistema de vigilancia via cámaras de control del tránsito, que ya el mismo se encontraría en declive, pero resulta que no, que ahora, parecería que el asunto pica y se extiende y ante un nivel de acecho, que, por lo visto, la alta seguridad del Estado ha requerido de la búsqueda de auxilio desde el exterior.
Por esa tesitura nos encontramos con lo nuevo, de que una delegación de alto nivel del gobierno estadounidense estuvo hace poco visitando las instalaciones centrales del 9-1-1 y requiriendo de los responsables del organismo de seguridad ciudadana, todos los pormenores respecto a las partes positivas o negativas respecto al cumplimiento o no de sus funciones.
Es decir, ¿será que el gobierno y al no confiar en los actores del sistema de vigilancia y del personal y entramado paralelo accesorio manejado y controlado por terceros, prefirió la opinión directa de gente calificada de EEUU?
En esa virtud, comprobamos, que una delegación “de alto perfil” proveniente del Gobierno de los Estados Unidos y encabezada por Chris Landberg, subsecretario adjunto de la Oficina de Anti-Narcóticos Internacionales y Aplicación de la Ley (INL) e integrada además por Paul Butki, subdirector de la Oficina de Anti-Narcóticos Internacionales y Aplicación de la Ley de la Embajada de los EE.UU. en Santo Domingo, se reunió en la sede del Sistema Nacional de Atención a Emergencias y Seguridad 9-1-1.
La visita, que no fue nada de casualidad y sí una preparada cuidadosamente, permitió que los funcionarios visitantes se enteraran de primera mano “sobre el funcionamiento, logros recientes y proyectos futuros en el área de seguridad ciudadana de la institución. Se conversó sobre los resultados impactantes de equipos técnicos donados y la capacitación técnica a personal de 911 patrocinada por INL”.
¿De qué se trata en concreto?
La Sección de Asuntos Antinarcóticos y Aplicación de la Ley (INL por su sigla en inglés) “trabaja por la seguridad local de los estadounidenses combatiendo el crimen internacional, las drogas ilícitas y la inestabilidad en otros países, en alianza con ellos”.
Otra explicación y más sucinta, dice que la Oficina Internacional de Asistencia Antinarcóticos y Cumplimiento de la Ley (INL, por sus siglas en inglés) “apoya a las autoridades y organizaciones dominicanas en la lucha regional contra el narcotráfico y el crimen organizado”.
Veamos por parte, lo primero que se infiere, es que algo no estaba funcionando correctamente y por lo que Washington debió de enviar observadores y para comprobar que es lo que pasa. Lo segundo, que parecería, que en EEUU hay cierta preocupación porque en el 9-1-1, la seguridad que se implementó allí anda manga por hombro y lo que no ofrece garantías para que en lo que a esa entidad respecta, se esté trabajando dentro de parámetros aceptables para la seguridad de ciudadanos estadounidenses en el territorio nacional.
Entonces, sabiendo lo anterior, ¿se podría concluir, que en el asunto de los semáforos y el Intrant y por las razones que fuere, se ha perforado la seguridad del sistema 9-1-1, al quedar en manos de terceros y no exactamente en manos y responsabilidad de las autoridades dominicanas?
Si esto es así, entonces el escándalo creado ha generado un muy serio problema de seguridad nacional y tanto, que ha provocado que el Poder Ejecutivo hubiese dado la autorización para que la entidad estadounidense opere en el territorio nacional y con la autonomía propia de cuando se cede una parte de la soberanía.
En cierto modo, tampoco esto sería nada extraño y si recordamos la declaración que acompañó a la primera Cumbre de las Americas, respecto a que los países firmantes aprobaron, que cualquiera de ellos podía incursionar o intervenir en los asuntos de seguridad respecto al combate del narcotráfico en otro país, si la situación pudiera generar un alto peligro de seguridad.
Igualmente, tampoco se debe olvidar, que en el territorio nacional operan la guardia costera, el comando sur y en ocasiones, unidades de policía e inteligencia también estadounidense.
Lo que estamos diciendo, es que parecería que la situación del sabotaje del sistema de semáforos llegó a un nivel tan preocupante, que independientemente del escarceo mediático que se ha producido, lo real es, que para los estadounidenses hay una gran preocupación por “el vacío de conducción” en manos dominicanas y mucho más, cuando en el 9-1-1 hay equipos de alta tecnología cedidos a este país y que en manos de terceros no calificados o peor, de gente acostumbrada al tráfico de influencias y la comercialización de información delicada de alta seguridad o discrecionalidad, sería una situación realmente preocupante.
Por supuesto no está en nuestro interés efectuar ningún tipo de especulación y menos, en un terreno tan sensible como es el relativo a la seguridad nacional, pero lo menos que se puede decir, es que parecería, que en el gobierno hay cierto interés por retomar el control de situación tan sensible y por eso de la inspección de los funcionarios estadounidenses arriba mencionados.
Teniendo lo anterior tan presente, creemos que si nuestros lectores entran a la siguiente dirección: https://www.issup.net/es/about-issup/international-partners/inl podrían tener una visión más clara de lo que es o cómo funciona la Oficina de Asuntos Internacionales de Narcóticos y Aplicación de la Ley del Departamento de Estado de los Estados Unidos (INL) y en consecuencia, las respuestas a sus interrogantes pudieran y si es el caso o pertinente, ser obtenidas.
Mientras tanto, para nosotros está más que claro, que el INTRANTGATE, parecería que se le ha ido de las manos al gobierno y que este, abrumado por lo que ha visto, no le ha quedado otro recurso que apelar a medidas extraordinarias de control y por encima de amistades, relaciones políticas o aliados circunstanciales y lo que obliga a que entendamos, que capítulos más reveladores de lo que parecería una novela de intrigas y misterios, podrían suscitarse en los días por venir.
¿Se entiende pues, el por qué nos referimos, sobre una variable sobre otra variable y a propósito de las cámaras de video vigilancia en las vías públicas? Intrantgate parte dos. Con Dios. (DAG) 30.09.2024