La pregunta, entre atrevida y sarcástica es de esas que no pueden dejarse de plantear y mucho menos, viendo un cuerpo policial que continuamente atropella a los ciudadanos y sin importar grupos sociales y económicos y en cuyo comportamiento siempre resalta como si la policía fuera una de ocupación en territorio enemigo donde a sus nacionales se les debe tratar con crueldad y abuso de poder extremos y bajo el parámetro del atropello, la extorción, la amenaza y el crimen.
Por ejemplo, ¿en qué cabeza cabe que se detenga al dueño de un vehículo porque se observe que este tiene grandes bocinas o que están encendidas con gran volumen, cuando lo correcto es colocarle una multa al dueño de los aparatos y no secuestrar el vehículo?
¿A qué se debe semejante procedimiento? A la extorsión a gran espala que bajo cualquier pretexto los efectivos policiales cometen. Al comprobar tal inconducta, se entiende de inmediato que no hay cursillo, seminario o proceso investigativo que valga y dentro de un cuerpo policial totalmente de comportamiento criminal como delincuencial y que es el que se tiene. Con indignación protestamos por tantos abusos (DAG)





