InicioFirmasEscollos en el PRM podrían desafiar retención del poder

Escollos en el PRM podrían desafiar retención del poder

El gobernante Partido Revolucionario Moderno (PRM) encamina sus pasos hacia un inusual dilema político, que podría afectar por igual sus decisiones en la gobernanza del Estado y en la estructura de la organización. Este fenómeno acontece al margen de la evaluación que hará el país al final de gobierno de los ocho años del presidente Luis Abinader.

Uno de los principales temores que penden sobre el PRM deriva del fantasma de la división, azuzada ahora por la campaña electoral a destiempo que protagonizan múltiples aspirantes presidenciales, junto al bardón que arrastra el partido porque su principal líder ya no va nunca más.

En efecto, desde que surgieron en 2014 los perremeistas son atenaceados por el fraccionamiento, mientras sectores de la sociedad dominicana los califican como un engendro producto de los fratricidas enfrentamientos, que devoraron al Partido Revolucionario Dominicano (PRD) desde su fundación.

Pero como si todo esto fuera poco, el PRM tiene también ante las puertas otra dificultad latente y no menos significativa para las elecciones presidenciales, legislativas y municipales de 2028, como es el sostenimiento de una macro alianza sin precedentes con 20 partidos, concertada en los comicios de 2024.

Si se analiza este complejo escenario en unión con los resultados electorales de 2020, se determina que el PRM y el presidente Abinader nunca han rebasado el 50 % más un voto requerido para triunfar solos en la primera vuelta, precisando siempre de sus aliados para lograr esta empresa.

Aferrado al único candidato que ha presentado al electorado desde las elecciones del 2016, el presidente Abinader, el PRM sorprendió al país en esa primera participación al obtener 1,236,771 votos (26.82%), que se elevó a 1, 1613,222 votos (34.98%), con el aporte adicional de sus cuatro aliados.

La organización de reciente formación se lanzó a enfrentar la reelección del presidente Danilo Medina, apoyado a penas por los minoritarios partidos Reformista Social Cristiano (PRSC), Humanista Dominicano (PHD), Dominicanos por el Cambio (DXC) y Frente Amplio.

En esos comicios Medina, candidato del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), fue apoyado por un bloque de 13 partidos políticos al igual que en las elecciones de 2012, y ganó con 2,847,438 (61.74%). El PLD sin sumar los aliados obtuvo un 50.22%.

PRM destrona del poder al PLD

Abinader volvió a ganar las primarias internas del PRM en octubre de 1919, dando el último puntillazo, en medio de algunas escaramuzas, al expresidente Hipólito Mejía, a quien derrotó en la ocasión con un amplio margen de 74.11% a 21.17% de los votos. En este proceso también participó Wellington Arnaud (6.42%).

Las elecciones de 2020 se celebraron el 5 de julio en medio de la pandemia del Covid-19 y la más grande división registrada por el PLD, cuando su presidente Leonel Fernández, que había gobernado el país en tres períodos no consecutivos, decidió formar tienda a parte tras ser derrotado por Gonzalo Castillo en las primarias de octubre.

En medio de este sombrío panorama Abinader ascendió al poder con una victoria en primera vuelta, contra el gobernante PLD y Gonzalo Castillo, que descendió a un 37.46%, pese a la alianza de otros ocho partidos que integraron el “Bloque Nacional Progresista”.

La alianza “Unidos por el Cambio”, integrada por siete partidos encabezados por el PRM obtuvo 2,154,866 votos (52.52%). Pero los perremeistas como tal solo lograron 1,998,407 votos (48.70%). En el certamen también participó el expresidente Fernández con la “Gran Alianza Nacional Renovadora”, conformada por la Fuerza del Pueblo y otros cinco partidos, que obtuvo 356,212 votos (8.9%).

La macro alianza del 2024

En las elecciones presidenciales del año pasado Abinader y el PRM volvieron a pasar la prueba con la consigna de “El Cambio Sigue”. Dejaron a la población votante estupefacta al conformar una boleta electoral con el apoyo de otros 20 partidos, de los 34 que integran el sistema político dominicano.

La victoria de la “Abinadermanía” fue aplastante. El PRM y aliados logran el triunfo en la primera vuelta con 2,507,297 votos (57.44%). Sin embargo, en los análisis políticos volvió a llamar la atención que el partido gobernante solo mereció de los sufragantes un 48.41% ( 2,113,100 votos).

Los resultados arrojados por la Junta Central Electoral (JCE), reflejaron por el contrario un distanciamiento abismal de los dos más cercanos seguidores, cuyos discursos de campaña no conectaron con las expectativas de la población.

En efecto, el presidente Fernández con Fuerza del Pueblo (FP) y cuatro partidos aliados solo pudo lograr un 28.85%, mientras el otrora poderoso PLD con su novel candidato Abel Martínez se hundió en un lejano tercer lugar con 453,468 votos (10.39%).

Todos estos resultados electorales plantean un enorme desafío al PRM, que está en medio de un proceso de verificación de su militancia. Máxime cuando la planilla de sus aspirantes presidenciales, sofocados, corren contra reloj sin poder desafiar los plazos legales y sus altos cargos en el gobierno.

No cabe dudas de que despojarse o no del fantasma de la división interna será determinante para el PRM en los resultados finales de 2028, pero igual impacto tendría en la psiquis del votante un desmoronamiento o no de la macro alianza, que domina 21 casillas en la boleta electoral.

Los ejemplos en este último renglón aún repercuten en nuestra historia reciente, como advirtiendo al PRM las debacles que se produjeron en el poderoso Frente Patriótico, luego de la victoria PLD-PRSC contra el PRD en 1996. O la del emblemático Acuerdo de Santo Domingo del PRD, tras el triunfo de Hipólito Mejía contra el PLD en el 2000, y la del imbatible Bloque Nacional Progresista, tras la derrota del PLD en 2020. Por: Manuel Figueroa (Listín Diario)

 

 

 

 

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