La apertura de clases es un tremendo hoyo de corrupción que han creado los directores de escuelas y distritos escolares y por el cual no hay cupos en las escuelas, ya que los venden a venezolanos y extranjeros ricos y antes que, a los padres dominicanos, al tiempo que las llamadas “guarderías”, no son más que depósitos de menores de edad de a tanto por paga y sin supervisión de ningún tipo de cuido de los menores.
Por un lado, padres con dinero que pueden pagar las exigencias de los directores de escuelas públicas y de distritos escolares, son cómplices del más grave entramado de corrupción que hemos descubierto en el sistema escolar y para colmos, en el que se le da privilegio de acceso a padres extranjeros, preferentemente venezolanos sobre padres dominicanos que no pueden cubrir esas exigencias s económicas.
Y por el otro, es increíble como el afán de lucro se ha apoderado por personas que tienen un cuarto libre en sus casas, lo disfrazan como “guardería” y cobrando dos mil quinientos pesos mensuales por cada niño para cubrir un horario de ocho de la mañana a cinco de la tarde y sin que tengan asistentes sociales y médicos y de hecho, abandonándolos en manos de terceros sin competencia y calidad profesional alguna.
El ministerio de Educación debe enfrentar este desorden y ni hablar de que los grandes culpables se encuentran entre los profesores de la ADP. Lo grave, es que periodistas y medios callan esta barbaridad y se hacen cómplices de tanta vagabundería y corrupción. (OJO-DAG)
