A 13 días y contando… y con el agravante de sorprendentes intervenciones de presidentes extranjeros a favor de determinados candidatos. Una barbaridad.

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En la medida que nos vamos acercando a las cruciales elecciones municipales, cuyos resultados marcarán de una u otra manera cual será la tendencia ganadora para las elecciones presidenciales y legislativas del 16 de mayo, la partidocracia y sus partidos, un noventa por ciento de alquiler detrás de un grupo de no más siete entendidos como “mayoritarios”, apresuran el paso, mientras la ciudadanía, acostumbrada a vender o alquilar su voto, se muestra expectante y con el temor, que a la mayoría se les nota en sus rastros, de si se mantendrán arriba en la escala social o si por lo contrario, sus respectivas apuestas les llevan al ostracismo y la muy cierta persecución política selectiva que siempre le espera a los perdedores en este sistema político criollo.

Por lo tanto, estas elecciones municipales del 18 que viene serán también determinantes y respecto al mayor o menor grado de posicionamiento político, de gente y en mayoría burócratas gubernamentales, que saben, que dependiendo de cómo queden sus preferencias en el tablero político, sus suertes estarán marcadas para los próximos cuatro años.

Pero ahora, toda la atención está fijada en estas municipales, en las que los del gobierno y el PRM, lo apuestan todo y con tal de cerrar un círculo aparente de alianzas con mini partidos, que, dependiendo de los resultados comiciales, pudieran significarles un grave punto de inflexión o la mejor baza para jugar en extremo con las presidenciales siguientes de mayo 18.

Ya mismo, lo que se nota, es la lucha feroz entre los dueños de los medios de comunicación dentro de la prensa mercancía, quienes también se juegan la cuota de privilegios y canonjías que otorga el que gane el control de administración del Estado y en razón de lo cual, ejercen sobre el electorado una presión manipuladora, tan enfermiza, que en vez de ser un periodismo que practica el ejercicio de la libertad de prensa como de información y protegiendo la de desistimiento, es una herramienta de uso para que en la alta burguesía se determine cual será el derrotero a seguir y en la medida, que los jefes y dueños de los partidos grandes, mayormente candidatos presidenciales, hagan sus consabidas alianzas y compromisos con el gran capital.

Precisamente y para buscar un contrapeso más o menos equitativo, los grupos de presión, manejados y manipulados por poderes extranjeros como de la sociedad civil y de todas esas ONGs financiadas internacionalmente, han logrado penetrar el ánimo popular y vía determinadas plataformas digitales y tanto en internet como en la radio y televisión, marginales a las establecidas y para lograr competir con los medios de la prensa mercancía tradicionales.

La lucha, por lo tanto, no es solo tenaz, sino francamente de suicidas. De esta manera, se tiene que hasta el presidente-candidato Abinader y la alcaldesa distrital y candidata Carolina, han buscado el apoyo directo de una de esas herramientas populistas en internet, la denominada alofoke y con el propósito de lograr que los adversarios no logren ganancia de causa entre los individuos y la mayoría jóvenes adscritos a los lupanares en las redes sociales de la periferia oclocrática en los barrios populares del Gran Santo Domingo, no menos de 3 millones de electores. ¿La meta? Impedir que sus opositores logren desbancarles desde las posiciones de poder que ostentan.

Al mismo tiempo y como curiosidad anecdótica, ahora ha salido el primer golpe de efecto geopolítico, de cartas laudatorias y de apoyo de presidentes de otros países, con la publicación de una carta del presidente de EEUU apoyando “a mi amigo Abinader” y la que en menos de dos días ha tenido de respuesta, otra del presidente Lula de Brasil, pero apoyando al expresidente Leonel Fernández.

¿Qué nos dicen estas insólitas intervenciones en la política dominicana por parte de presidentes de otros países?, la casi absoluta dependencia de nuestra partidocracia en el qué dirán y que apoyos se pueden obtener de gobiernos del exterior y constituyéndose en un accionar de intervención extranjera declarada en los asuntos dominicanos, que lo menos que se puede decir, es que dependiendo de qué candidato presidencial gane y según el apoyo que le han brindado presidentes de terceros países, el nuevo gobierno podría quedar peligrosamente hipotecado en su libre albedrío y soberanía y también autoridad moral y a lo que, si desde ahora no se hace la observación, bien podría suceder que los dominicanos nos encontraríamos entrampados en lealtades presidenciales que en la mayoría de los casos, a esta nación y como tal no le conciernen y menos a su electorado y que sí la perjudicarían.

A todo esto, el huracán electoral que se vive, parecería que no ha permitido que los dominicanos nos demos cuenta del terrible peligro institucional que nos representa, que presidentes en ejercicio de otros países salgan en tropel a apoyar y a vivar candidatos presidenciales dominicanos. Por ahora la crítica y también advertencia la vamos a dejar ahí, pero sí enfatizando en el terrible peligro para nuestra institucionalidad y después del 16 de agosto, de que un candidato presidencial gane las elecciones porque un presidente de otro país le brindó un encendido apoyo.

Ahora bien, si resulta que, por el espectáculo montado, los presidentes Biden y Lula hayan sido informados de que aquí sus amigos les están utilizando como mecanismos de propaganda a su favor y que ante semejante despliegue propagandístico, esos presidentes adviertan que al enviar sus cartas, no fue con el objetivo de propaganda electoral, entonces podría suceder que salvarían sus respectivas responsabilidades morales y aquí en la partidocracia, no se podría decir que han actuado en actitud de franca injerencia extranjera en los asuntos dominicanos.

Mientras tanto, el nerviosismo cunde y las pasiones aumentan y como nadie tiene fe de que efectivamente los votos se emitan en gran mayoría limpiamente, sí podemos observar, que, a este lunes, Abinader avanza, pero no como quisiera. Que Leonel lleva el ímpetu de un tsunami, mientras Abel y como caballo de fondeo, viene de lejos y a galope tendido y entre ellos, una guerra propagandística totalmente irreverente y abusiva y con miras de acorralar a los votantes y lo más grave, que ninguno de estos, en verdad puedan ejercer su libertad de escogencia. Desde luego, todavía no es tiempo para que medios de comunicación, de información y análisis electoral de Estado como este, emitamos nuestras mediciones y lo que haremos un día antes de cada torneo o consulta electoral.

Así decimos: A 13 días y contando y con el agravante de sorprendentes intervenciones de presidentes extranjeros a favor de determinados candidatos. Una barbaridad. (DAG) 05.02.2024