Santiago. El presidente Luis Abinader visitó el pasado miércoles a monseñor Agripino Núñez Collado en su residencia de La Trinitaria, en Santiago, y permaneció allí un largo rato, sin contar el tiempo que tomó su avanzada, presente en el frente y los alrededores de la vivienda casi desde la madrugada.
Ayer, la vicepresidenta Raquel Peña también estuvo en la casa del mediador por antonomasia.
¿Qué buscaban el mandatario y la vice con sus presencias tan seguidas en el domicilio del exrector de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra?
En Santiago circulan las especulaciones porque nada ha trascendido de lo tratado en esos encuentros, el de Abinader el más prolongado.
La permanencia de Peña fue de más de media hora. Los vecinos de Agripino Núñez Collado, que desde sus balcones miraban a los agentes de seguridad de los mandatarios, se hacían preguntas y especulaban.
¿Estará enfermo? Porque hace unos meses corrió el rumor en esta ciudad y hasta en la capital, de que Núñez Collado sufría quebrantos de salud, versión que resultó incierta pues se trataba de chequeos rutinarios, tanto en Estados Unidos como con sus médicos del HOMS, a su regreso.
Descartado ese motivo, algunos apuntan a preguntarse si Abinader persigue reintegrarlo al Diálogo Nacional del Consejo Económico y Social, CES, tomando en cuenta la efectiva labor del sacerdote en aquellas históricas jornadas, de las que siempre salió airoso.
Se recuerda que de la última convocatoria del CES, ahora dirigido por Rafael Toribio, y del que Agripino fue presidente, surgieron controversias. Se cuestionó el número de funcionarios participantes, que no invitara a representantes del clero católico y al sector de los trabajadores, por ejemplo, y si el poder de convocatoria de Toribio es el mismo de Agripino. Se preguntaba, además, si era necesario ese encuentro y cuáles eran las crisis presentadas o preocupantes.
Sin embargo, otros piensan que quizá fue una visita de cortesía o un pase de lista, pues no hay que olvidar que Agripino Núñez es Asesor Honorífico del Poder Ejecutivo.
¿Querrían Abinader y Raquel Peña animarlo a colaborar con el Gobierno de forma más activa?
Monseñor ha estado en bajo perfil, aun cuando se pusieron sobre el tapete temas como el liderazgo actual de la Iglesia Católica, que removió la opinión nacional sobre todo después de las declaraciones del obispo de Baní, monseñor Víctor Masalles, cuestionando la ausencia de la clerecía en esa reunión.
Este medio se enteró que el prelado estuvo trabajando en la preparación del segundo tomo de sus memorias, “Ahora que puedo contarlo”, que para principios de noviembre se pondrá en circulación. [Hoy]
COMENTARIO AL MARGEN: Esta "noticia" es una muestra de como se la gastan los circulos más conservadores de la alta burguesía cibaeña, desesperados porque ya no tienen su "negociador privado" dentro del poder gubernamental y ahora se inventan y para hacerle creer al público, que un cura que está más para allá que para acá, debería ser "rescatado" para afianzar los intereses de esa burguesía. De paso, la "nota informativa", es una presión directa a Abinader y para que quite a Rafael Toribio, el sucesor de Collado, también conocido como Agripinino, del Consejo Económico y Social. También es una pugna entre la burguesía santiaguesa frente a la burguesía capitaleña. (DAG)
