Barra libre, pagan la UE y el BCE

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Todo el mundo conoce el término barra libre. La idea de un consumo ilimitado de bebidas siempre resulta muy seductora. Por supuesto, siempre que pague otro. Es lo habitual en fiestas, bodas e incluso es un método para atraer clientes a bares y hoteles. Otra modalidad son las comidas o las cenas con barra libre, así como los buffets libres.

En este caso, se puede dar rienda suelta a un apetito voraz similar al de los gigantes «Gargantúa» y su hijo «Pantagruel», protagonistas de las cinco novelas de François Rabelais. No hay que llamarse a error, como sucede en los casinos, siempre gana la banca. Es decir, todas estas variaciones de barra o buffet libre resultan muy rentables para los establecimientos.

Pedro Sánchez ha decidido darse un festín pantagruélico de gasto público pagando la Unión Europea y el Banco Central Europeo para estabilizar la economía y, sobre todo, ganar las elecciones. Los malos gestores económicos siempre acuden a conceptos como mutualizar la deuda o incluso a convertirla en perpetua.

En la economía real, es decir, el mundo empresarial, estos despropósitos son impensables, pero ya se sabe que en política todo es posible. La mutualización resulta muy atractiva, porque se basa en que nuestros socios necesitan endeudarse para hacer frente a la crisis inflacionaria provocada por la guerra de Ucrania y nada mejor que la UE pague la fiesta.

Al margen de las chorradas que dicen o escriben los hagiógrafos de la izquierda en tertulias y periódicos, la realidad es que a ningún político de centro derecha le gusta el control del gasto público o subir impuestos. El despilfarro para conseguir votos está en la naturaleza de los políticos desde tiempos inmemoriales. Es verdad que el PP es más responsable y gestiona mejor, pero no sabemos si es una consecuencia de que los gobiernos socialistas acaban sus mandatos inmersos en crisis económicas. 

Sánchez y su equipo aseguran que la economía va muy bien y que lideramos las grandes líneas estratégicas y las políticas que se aplica. Es una propaganda que es asumida con ciego fervor por la izquierda mediática. No hay duda de que hay barra libre a cargo de la UE y el BCE, pero también que es algo temporal porque lo empezaremos a pagar después de las elecciones. Por: Francisco Marhuenda [La Razón]