La guerra de Ucrania ha avivado el temor en países del este de Europa a un posible ataque de Rusia más allá de sus fronteras, una situación que está impulsado a distintos gobiernos a plantear un rearme y modernización de sus Fuerzas Aéreas. Es el caso de Republica Checa, que ha anunciado que quiere sustituir los cazas JAS-39 Gripen suecos por un total de 24 aviones de combate F-35 de quinta generación.
Grecia también parece estar dispuesta a sumar el avión de combate de Lochkeed Martin a su flota. El primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, dijo tras la cumbre de la OTAN en Madrid que ha iniciado contactos con Estados Unidos para adquirir 20 unidades del F-35, pese a que Atenas ha venido comprando cazas franceses Rafale desde el año pasado. Otros países no europeos también han confiado su defensa aérea al F-35, como es el caso de Corea del Sur, donde esta semana han llegado otros seis cazas de Estados Unidos para realizar maniobras conjuntas.
Pero si hay un país que está sacando partido a la compra del que se considera el caza más caro de la historia es Israel. De hecho, se puede decir que es el único estado del mundo que ha utilizado este avión de quinta generación en combate, que entre sus mayores virtudes figura la del sigilo, que le permite pasar desapercibido para los misiles S-300 entregados a Irán por Rusia. De hecho, Israel ha empleado hasta en dos ocasiones este caza furtivo en acciones de combate. Y en ambas ha sido contra objetivos de Irán, el gran enemigo de la nación israelí.
La primera aparición de un F-35 israelí se produjo en mayor de 2018, cuando la Fuerza Aérea de Israel ejecutó un ataque contra plataformas de lanzamiento de misiles iraníes en Siria. Israel incorporo sus primeros F-35 en 2016 como respuesta al desafío iraní y con el objetivo de mantener la superioridad militar en la zona.
La segunda intervención de un F-35 se produjo en un combate aire-aire, si bien fue contra drones (aviones no tripulados), en marzo de 2021. En esta ocasión los pilotos de caza israelíes de los escuadrones 116 y 140 derribaron dos vehículos aéreos no tripulados iraníes que amenazaban con invadir el territorio israelí.
Israel también es el único país del mundo que ha logrado “personalizar” el famoso caza estadounidense fabricado por Lockheed Martin al incorporar un modelo destinado al centro de pruebas de vuelo de la base aérea de Tel Nof equipado con una arquitectura de software abierta que no posee ningún otro país en el mundo. Esta versión israelí del caza recibe el nombre de F-35I Adir (poseidón).
La experta Maya Carlin explica en 19FortyFive que la superioridad aérea de Israel en Oriente Medio se puede atribuir a su exclusivo avión de combate furtivo F-35I Adir. “La flota de aviones furtivos de quinta generación del estado judío ha sido una herramienta fundamental en su guerra en la sombra contra la República Islámica de Irán y la disuasión general en la región”, ha escrito esta experta.
Carlin asegura que pese a que Lockheed-Martin se ha negado a realizar modificaciones sustanciales específicas en el F-35 para sus clientes, Israel ha sido una excepción. ¿Por qué? Los contratos de adquisición de estos aviones se realizaron con la participación de empresas de defensa israelíes, lo que ha permitido que su industria militar local fabricara sofisticados conjuntos dando lugar a una variante del F-35I que puede ser modificada externamente por la Fuerza Aérea Israelí, ya que tiene acceso a la avanzada arquitectura digital del avión, incluidos sus sistemas de comunicación, el conjunto de guerra electrónica y vigilancia y el hardware de control de la misión.
