Racionalmente, no hay manera de entender, el por qué el gobierno plutocrático de Abinader, PRM y Competitividad y con ese desenfado tan irresponsable de permitir que funcionarios y empleados subalternos suyos acaben con los presupuestos públicos y lesionen el patrimonio del Estado y al mismo tiempo el Poder Ejecutivo deje que todo este desorden ocurra y el presidente Abinader no haga absolutamente nada para impedir y castigar tantas inconductas.
Estamos hablando, de un gobernante que ya tiene cinco años de ejercicio y habiendo agotado un primer periodo 2020-2024 y ahora el siguiente que terminará presumiblemente en el 2028 y aún con toda esa experiencia de administración, todavía no ha hecho nada cierto en lo que respecta a corregir tantas inconductas y lo que razonablemente, obliga a que se pregunte: ¿Quién realmente se encuentra al frente de la toma de decisiones, que para nada se observa que existiera voluntad de corregir tantas distorsiones administrativas difíciles de entender?
Por supuesto que lo más fácil sería achacarle todas las culpas habidas y por haber al mismo presidente, pero el sentido común nos dice, que de alguna manera habría que creer, que parecería que el primer mandatario no está en conocimiento del día a día de la administración gubernamental, que para todos los usos y constitucionalmente, se supone que él preside y dirige.
Sin embargo, las sospechas que hay respecto a quien o quienes son las voluntades que controlan al gobierno y deciden por Abinader y si esto fuera cierto, entonces, habría que hablar de que se tiene un gobierno legítimo pero no de ejercicio legal y lo que de inmediato nos hace preguntar del porqué el presidente cedió parte de su poder de Estado a un grupo económico internacional de origen haitiano y que abarca un amplio abanico de actividades en materia de combustibles, armas, comercio y lo más extraño, teniéndolo Abinader como su consocio en el poder y para que no haya dudas, teniendo también al director ejecutivo como el principal asesor económico y financiero del gobierno y por lo que a estas alturas habría que preguntarse si realmente este gobierno sea nacional y en el exacto sentido de la palabra.
Y esto así, porque un rápido vistazo a la composición humana del régimen del PRM, arroja, que las principales cabezas gubernamentales tienen en común, que son dominicanos de segunda y tercera generación y prácticamente de origen árabe (Líbano) y turcos con una mezcla de haitianos de origen árabe. El mismo Abinader es hijo de padre árabe inmigrante nacido en este país y su madre, también de origen árabe y nacida en Haití y detrás de todos ellos ese gran circulo privado de parientes cercanos que solo se casan y «entre casan» entre ellos, que a puertas cerradas solo hablan árabe y quienes tienen el mismo trato hacia los dominicanos de más de cuatro generaciones mulatos o mestizos, a quienes tratan despreciativamente y sin mezclarse sus hijos con jóvenes dominicanos de ambos sexos, provenientes y así lo entienden, de «esa clase inferior».
Otro detalle capital: todas esas familias inmigrantes árabes que llegaron aquí después de haberse afincado en Haití, ninguna hizo nada por las provincias en las que residieron: Barahona y San Juan de la Maguana son un testimonio de lo que decimos y porque nunca se han integrado a esta nación. Lo primero que hacían era crear sus clubes sociales solo para ellos y sin permitir a dominicanos.
Es decir, cuando se conoce este tipo de inconducta, entonces se entiende el por qué Abinader tiene su residencia en el único residencial de ricos mercaderes árabes y turcos de la capital nacional y partiendo de este hecho, indudablemente que habría que entender también, que se trata de un grupo de inmigrantes originales enormemente clasistas y racistas y no obstante que todos ellos y en sus países originales eran tenderos con negocios de tela y alimentos y de parecido origen a las otras familias inmigrantes provenientes de España e Italia.
Para que se nos entienda. Son personas y familias, que prefieren enviar a sus hijos a veranear al Líbano, Turquía o cualquier país árabe, antes que enviarlos a los centros vacacionales criollos y de turismo para la alta burguesía, de tan lo poco dominicanos que se sienten y peor para evitar que las hijas se enamoren de dominicanos y como fue el caso del exrector, Roberto Santana y que es la razón por la que está en el gobierno.
Además, tienen la misma inconducta de mirar por encima del hombro a los demás dominicanos y ni hablemos de aquellos que se dejan humillar con el trato infame que les deparan.
Entonces, cuando esta realidad se analiza fríamente y dentro de un contexto nada emotivo y menos especulativo, por obligación habría que entender, que gente así no le duele esta nación de mulatos, mestizos y negros y pocos blancos y que hasta prefieren tratarse con haitianos «de nuestra raza» y al haberlos manipulado y al grado de tratarlos como esclavos y que dicho sea de paso, es la tendencia que tienen con los ciudadanos dominicanos de a pie y los que al resistirse a ese tipo de servilismo y miren que en este país hay gente servil, rastreramente adulona y traicionera, al final y por el estado de necesidad, terminan entregándose para lo que sea.
De esta manera y al llegar a esta reflexión, es que podemos descubrir por qué Abinader y sus libaneses y árabes, la ministra de Interior lo es e igual el destituido director de Senasa, árabe de origen y de sangre, dan la apariencia de ir en contra de los intereses de nuestra nación y entonces descubrimos la logia de barsanos y gombadres, que es la raíz y origen de los pocos que junto a Abinader mandan en el gobierno, supuestamente del PRM, pero con el “matasello” de ser de Santiago “ de los 30 Caballeros”.
La otra conclusión es, que tanta pasividad e inclinación por el enriquecimiento en base al ejercicio del poder político y con la compra de conciencias y manipulación de hábitos del sector que despectivamente llaman «populacho», es lo que ha generado, que en líneas generales, en estos 64 años los dominicanos de ahora sean lentos, de formación inmoral y de actitudes de vender su alma hasta el mismo Diablo si fuera menester. Naturalmente hay excepciones.
¿Y qué mejor diablo que la corrupción desde el poder?, esa que aletarga conciencias y destruye la vergüenza propia y mucho mejor si hay ingesta de droga de por medio y con el “aderezo” de los teteos. Abinader pues y al final, no es que está solo, sino que él y con su soledad compartida, es que ha logrado ser el gobernante paticojo que es.
De ahí que expresemos, que creíamos, que la República y por su falta de reacción a los desmanes del gobierno delincuente, estaba natimuerta, pero no, es peor; se encuentra en estado hipnagógico, es decir entre el sueño y la vigilia. Con Dios. (DAG) 11.12.2025
última actualización: 10:00 am.





