Cuando un partido político entiende que debe dejar el método correcto de elección de escogencia libre de sus militantes para sus candidatos a cargos electivos, por la barbaridad de escogencia por encuestas….

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En este país, no son pocas las iniciativas que sus políticos han tomado para burlar la libertad de escogencia de sus militantes y tanto para elecciones internas como para nacionales, pero esto de que presumiblemente el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) escogerá sus candidatos a las elecciones del año que viene y por medio de encuestas, es el colmo de la negación del derecho de la militancia a decidir por sí misma el peso político orgánico de la organización electoral en la que participa.

Si se entiende lo anterior y en este sentido, hay que reclamarle al tribunal de elecciones de primera instancia, la Junta Central Electoral (JCE) a que fije posición sobre este particular y el que muchos consideramos que es una burla hacia la libertad de escogencia ciudadana y por lo tanto, un principio de ilegalidad compulsiva, que de aceptarse, podría afectar la transparencia que debe tener toda elección partidaria interna o nacional.

Al mismo tiempo, lo que se entiende, es que el PLD y por las razones que fuere, sus ejecutivos y estrategas no se sienten seguros, de que, si abre un proceso eleccionario abierto interno, el mismo no pudiera terminar como en la fiesta de los monos, a rabazos limpios, toda vez que, con la decisión, se estarían violentando derechos adquiridos por todos los ciudadanos y en este caso, en sus calidades de militantes registrados ante la JCE.

Hasta ahora, todos creíamos que el PLD y como aparente primera fuerza política del espectro político opositor, tiene las fortalezas necesarias para no temerle a la decisión que tomen sus parciales, pero por otra parte, si recordamos que es una organización política de aparente origen marxista y con determinados indicadores de cierto pasado terrorista durante la pasada Guerra Fría y con un paso abrumadoramente corruptor en el poder, lo que se anuncia, pudiera ser la más fuerte demostración, de que el PLD no se atreve a enfrentarse a la realidad que le marque su militancia y lo más grave, que ya no dispone ni siquiera de una dirección colegiada nacional lo suficientemente idónea y con autoridad moral.

Y es que no se puede aceptar semejante modalidad de escogencia por encuestas, cuando todos sabemos, que, en este país, la mayoría de las encuestas son por encargos y que por esa condición nunca llegan a la realidad de lo que se quiere y si a otra manipulada y falsa, mientras que el voto directo, públicamente y en las urnas, es el testimonio más elocuente de la decisión libre de todo ciudadano.

Pero hay más, si se acepta el precedente que la dirección del PLD quiere y no sus militantes y miembros, lógicamente que habría que aceptárselo a los miembros de otros partidos y lo que sería un verdadero fraude contra la libertad de escogencia ciudadana, que debe ser la regla general para que unos resultados electorales internos partidarios o nacionales, sean legales y legítimos.

Por lo que ya se está viendo, parecería que existe un grupo de políticos inorgánicos, quienes a como dé lugar quieren colarse como supuestos “triunfadores” en las elecciones municipales y nacionales del año próximo y recalcamos, que, de aceptarse, sin duda que será el tiro de gracia contra las elecciones libres de este país.

Ya bastante es, que todos los partidos y como partidocracia, han logrado y por la cobardía ciudadana, obligar a que los dominicanos que no hemos cambiado de nacionalidad, seamos suplantados por extranjeros de origen dominicano y quienes en base a la abusiva ley de doble nacionalidad votan  y hasta eligen legisladores “de ultramar” y aparte, de la gran cantidad de estadounidenses de origen dominicano que desde los gobiernos peledeístas de Leonel Fernández al presente, son registrados como candidatos y la partidocracia los impulsa como legisladores, regidores o alcaldes, creándose la alarmante situación, de que y en la mayoría de los casos, por su participación, los resultados electorales no son legales y tampoco legítimos y los gobiernos, parte bizarra del resultado de un supuesto voto que no es más que la personificación de un fraude a gran escala.

De este modo, este país, donde la mayoría ciudadana no tiene la capacidad de exigir que se respeten sus derechos y porque la corrupción a gran escala que se vive ha llevado el proceso de gobernabilidad, a uno traumático y en el que nada es lo que aparenta.

Sin embargo, ahora es que abiertamente, la partidocracia quiere elevar el nivel de sus ilícitos al amparo de la alcahuetería de la JCE y que la partidocracia aplaude a rabiar y simplemente, porque en este país y hasta ahora, la mayoría de los electores se ponen un zipper y para nada exigen sus derechos y demanden que no se les haga trampa, al tiempo que la mayoría de los medios de comunicación y de información de masas, arrodillados ante el dios dinero, no tienen la entereza de defender a los electores y mucho menos que los partidos cumplan y respeten la ley electoral.

Consecuentemente, parecería que la democracia dominicana está herida de muerte en su ausencia de credibilidad y como en este país se vive una grosera inversión de valores morales que no tiene parangón y al extremo, de que ni siquiera en las redes sociales salen voces que defiendan la libertad de escogencia ciudadana y que enfrenten desmanes abusivos como los que el PLD ahora se atreve a anunciar.

Entonces y con resultados electorales mostrencos, ¿es posible creer que en el 2024 iremos a un proceso electoral genuinamente transparente, limpio y en el que se garantice a plenitud la libertad de escogencia de los electores?

Sí como se está comprobando, el PLD da la pauta de hacia dónde la partidocracia se dirigirá en aras de continuar teniendo la tiranía inconstitucional que tiene y si los ciudadanos callamos y asentimos a favor de cualquier veleidad partidaria que al primero se le ocurra, ¿podría hablarse de elecciones libres y plenas o de otra estafa más y por la que una abrumadora abstención, de respuesta a tanto desafuero político?

De ahí que digamos, que cuando un partido político entiende que debe dejar el método correcto de elección de escogencia libre de sus militantes para sus candidatos a cargos electivos, por la barbaridad de escogencia por encuestas, indica que ha perdido peso ante las fuerzas vivas y que la nación va hacia un verdadero callejón sin salida. (DAG) 16.03.2023