Para los años ochenta del siglo pasado, ya EEUU había iniciado una fuerte penetración de socavamiento institucional hacia estos países al sur del Río Bravo y al comprobar como la neo iglesia coreana del llamado “reverendo” Moon había logrado prosélitos y un aumento de sus capitales y activos al tiempo que era una especie de brazo ideológico anticomunista que era utilizado políticamente y como plataforma de penetración en los sectores militares y policiales de este continente.
La penetración coreana fue tal, que, por ella y sus agentes, muchos países sudacas fueron penetrados y lográndose una oleada de golpes de Estado y dictaduras militares desde mediados de los años setenta en todo el Cono Sur y un fuerte apertrechamiento de adeptos y particularmente en Brasil y en Perú con seguidores de un grupo espiritual japonés.
EEUU tomó nota y a partir de la llegada del ultraderechista y embaucador comerciante Donal Trump , se apartaron presupuestos y recursos humanos y con miras de crear una nueva plataforma imperialista de penetración y socavamiento institucional de interés cristero y dando por resultado, que en República Dominicana aparecieron casi por encanto toda una serie de neoreligiones cristeras de corte político directo y hasta con partidos, lideres y candidatos presidenciales y sin que a lo inmediato el aparato político, es decir, la partidocracia, sus cabezas se dieran cuenta de lo que se pretendía.
De esa manera y disfrazadas de sectas religiosas, secuestraron la libertad de cultos y en base a la misma, han logrado que el país político las acepte o al menos no sea beligerante en su contra y dando por resultado, que desde el 2000 a la fecha, no menos de 200 sectas “cristianas” se han fundado y establecido y que disfrazadas como oenegés “que ayudan a los necesitados” se han afincado como aparentes bancos de alimentos, dispensarios clínicos y comedores sociales de todo tipo y siempre con la característica de pequeños y para no llamar la atención de medios y políticos.
Esta penetración ha sido tan extraordinaria, que recién la subsecretaria estadounidense Sherman, que vino en visita oficial “políticamente exploratoria” y de aparente consentimiento a los aprestos de la reelección constitucional del presidente Abinader, recibió y con el disfraz de “sociedad civil”, a un grupo de “pastores” encubiertos como “activistas sociales” y nadie dentro del país político cuestionó tal presentación y menos se interesó en ver sus reales resultados.
Lo que sabemos, es que han sido dispuestos grandes presupuestos con miras de utilizar este sector de “cristianos renacidos” como puntas de lanza para una nueva forma de penetración política por parte estadounidense y con miras inmediatas de socavar la manera de ser dominicana y en lo político socavar las elecciones del año que viene.
De ahí, que, con el surgimiento de grupos LGTB patrocinados por la embajada estadounidense, viene lo nuevo de trans y binario y una propaganda bien pensada para manipular los sentimientos de muchos ciudadanos y en el sentido, de que se es “progresista” si se aceptan estas nuevas maneras de penetración social.
Por lo que conocemos, ni la iglesia católica y menos las principales evangélicas, protestantes y episcopales, pero sí los testigos de Jehová, abiertamente se han lanzado a darle carácter a la nueva forma de penetración política estadounidense y con el único propósito, de lograr, que políticamente y a través de estas “congregaciones”, se logre que una fuerte mayoría de dominicanos adjure de su catolicismo tradicional, al tiempo que en lo referente a la reelección constitucional, esta sea vulnerada y como el mejor mecanismo para y si es necesario, socavar a Abinader y desde el momento que en la embajada estadounidense se entienda, que el presidente se muestre muy independiente o proclive a escuchar lo necesario y que es el correcto paso a seguir para toda nación soberana, de que todos los países deben tener un punto de vista cercano al futuro y necesario mundo multipolar.
La trama entonces y hablando en criollo, “no es paja de coco” y ante la misma, creemos que los medios de comunicación y de información de masas dominicanos o que se editan en este país, deben comenzar a prestarle atención a lo que se pretende en materia de socavamiento moral de la idiosincrasia dominicana y de seria afectación de la vida política nacional.
El “trabajo” de penetración que se está haciendo, abarca el reclutamiento del mayor paquete de inmigrantes irregulares venezolanos, así como de gente de clase media pobre y de mano de obra barata haitiana que vive en guetos de la periferia de las ciudades como La Romana o de ciudades turísticas al estilo Punta Cana y en esta última en el municipio de Verón.
Lo singular de todo este afanar realmente subversivo, es que, con el cuento del respeto a la libertad de cultos, los nuevos “cristianos” se reúnen de noche y para no despertar sospechas de su activismo político encubierto y que por lo que sabemos, en el fondo, es absolutamente atentatorio contra nuestro sistema político.
Todavía más, como la mayoría de nuestros políticos, reeleccionistas o no, todos entienden la política como el corredor más rápido para enriquecerse a costa de los dineros de los contribuyentes y cuya muestra se tiene en los continuos escándalos que estallan y sin importar gobierno, de corrupción desde los cargos públicos o en alianzas con el poder en base a suplidores del Estado. No se les ha ocurrido siquiera entender, que tienen el mayor y peor enemigo desde adentro y disfrazado de cristero y lo que hay que advertir y para ver si de alguna forma se enfrenta la insólita situación, de toda una penetración política estadounidense a gran escala, que ya ha logrado casi dos millones de prosélitos y todos en capacidad de votar.
En todo este plan hijo de una aguda mente maquiavélica, hay un factor esencial: Montañas de dinero, para comprar, alquilar o eliminar y hasta neutralizar voluntades y cuya cara diaria se tiene, en todos esos “pastores”, que Biblia en mano, salen en grupos a predicar que “Cristo te ama” o que “Cristo ya viene”. En tanto en el gobierno y el PRM y como solo están atentos a su reelección constitucional y maltratar a sus adversarios, parecería que no tienen ni idea de la magnitud del socavamiento que se les está haciendo y minando su institucionalidad.
Así que ojo, que, de buenas a primeras, EEUU crea su nueva forma de penetración imperial: Las neo “iglesias cristianas” encubiertas como oenegés y lavadoras de activos apoyadas por el Departamento de Estado. (DAG) 20 de abril de 2023
