El último reporte realizado por la prensa, luego de una investigación periodística, indica que, en tan solo los primeros seis meses de este año, han ocurrido alrededor de 24 feminicidios en la República Dominicana.
Y enfatizó en la expresión “en tan solo” porque el surgimiento de un solo asesinato de una mujer a manos de un hombre por motivos pasionales es inaceptable y peor aún, estos terminan suicidándose en busca de una escapatoria… Definitivamente, las cosas no están transitando por el camino ideal.
A eso le sumamos que en un periodo de 10 días ocurrieron dos asaltos en varias entidades bancarias del país.
Esto solo refleja que los sectores políticos de la sociedad carecen de ejercer las decisiones del país. En ese sentido, deben preocuparse al respecto y promover una introspectiva minuciosa enfocada en identificar qué está sucediendo en la cotidianidad de los dominicanos.
Mientras las autoridades intentan contrarrestar las pérdidas mortales de mujeres y hombres, que causan dolor y estremecimiento a las familias, con cifras de una supuesta reducción en los renglones de inseguridad, robos, heridos y “conflictos sociales”, el día a día de los dominicanos no detiene su trayecto al declive. Las calles parecen estar repletas de animales sin sentimiento alguno, que prefieren taparse los ojos y ser insensibles ante esa cruel realidad.
Esas actitudes no están en consonancia con la idiosincrasia del dominicano. Un ser humano servil, generoso, preocupado por el bienestar del prójimo y alegre. Pero, la rapidez de la “metrópolis” nos consume.
Aunque los problemas sociopolíticos nos ahogan, sería bueno que los protagonistas de esta historia, las autoridades y la dirigencia partidaria, se unificaran para rescatar aquello bueno que aún queda de nuestras raíces familiares. Y así, de una vez por todas, deshacer esta descomposición social que tanto nos está afectando. Por: Angel Valdez [Listín Diario]
