Nunca hemos podido entender, como es posible que personajes públicos de los que se supone amplia información y aptitud para indagar, tengan la debilidad de no saber conceptualizar y mucho menos racionalizar y que en cambio, como niños se dejan manipular por poderes fácticos que lo único que les interesa es tener sirvientes que hagan el trabajo sucio que aquellos poderes y públicamente no hacen.
En este aspecto, siempre nos hemos cuidado y como analista político de Estado, de encontrarnos lo suficientemente bien informados respecto al tema que toquemos, de suerte que, al conocer la parte buena y mala de determinados personajes, no vayamos a caer en el error, de que luego de escrito, nos podamos sorprender al conocer la otra cara de este tipo de personaje público.
Teniendo esto presente, nos ha sorprendido conocer, como un paquete de expresidentes latinoamericanos y entre ellos un expresidente dominicano del periodo 2000-2004, hubiesen caído en el error de firmar un documento público y exigiendo de presidentes en ejercicio, reconocer el “triunfo” del opositor venezolano, Edmundo Gonzáles Urrutia. Individuo este y entre exdiplomático y espía con un tremendo registro de crímenes políticos en la República de El Salvador, cuando en aquel país y para la década de los años 80, los militares mantenían una terrible guerra sucia.
Por eso, lo primero fue entrar a los archivos desclasificados de la CIA a través de una fuente amiga en Washington y descubrir que el ahora “exitoso presidente electo”, fue un agente que asesoró al ejército salvadoreño como a entidades de inteligencia hijas del Plan Cóndor, pero mediante su derivado local Plan Centauro, responsable este último de los escuadrones de la muerte que se “especializaron” en asesinatos de curas y entre ellos un obispo y de políticos y ciudadanos fichados como izquierdistas o comunistas.
La ola criminal se produjo bajo la vigilancia y control de dos personajes venezolanos, el llamado “mata curas”, embajador Leopoldo Castillo y su mano derecha y asesor, Edmundo Gonzáles Urrutia y ambos, responsables directos y de acuerdo con los archivos citados, de 13,194 civiles asesinados.
También por la indagatoria, tuvimos conocimiento de que la periodista cubana Nadia Díaz, que es otra fuente inestimable de datos sobre la carrera diplomática y criminal del actual “presidente electo” venezolano y quien es una especie de asociado permanente del escritorio venezolano en la CIA (réplica del escritorio venezolano en el Departamento de Estado, como también el periodista chileno-ucraniano, Oleg Yasinsky, otra fuente informativa bien documentada sobre este particular.
Y lo que provoca la siguiente pregunta, ¿cómo los 29 expresidentes a que hacemos referencia y antes de solidarizarse con las pretensiones de Gonzáles Urrutia, no indagaron sobre el personaje y cuando todos tienen acceso a informaciones y fuentes de inteligencia para saber a qué atenerse y respecto a si era viable o no la solicitud que le hacían a determinados presidentes en ejercicio?
Al no hacerlo, ahora todos esos expresidentes han quedado en ridículo y peor, como marionetas de quienes les pusieron a firmar el documento de solicitud de reconocimiento, que, sin duda, se originó en el Departamento de Estado.
Prosiguiendo con nuestra indagatoria, también nos encontramos, con que parecería, que EEUU tiene interés en salir del presidente fallido, Nicolás Maduro y en razón de que en el juego de poderes de los grandes poderes ocultos del mundo, todos esos que ahora están comprometidos en la recia lucha que libran las fuerzas del bien o del mal, blancas y negras si se habla de esoterismo, y por lo que, por lo menos las que dependen de EEUU, estas requieren tener un monigote más efectivo que Maduro al frente de Venezuela y para que apriete el ariete en que el país sudaca será convertido en el inmediato futuro y de cara a las fuerzas en liza y para ello, nada mejor que un asesino sin escrúpulos como parece que es la imagen del “presidente electo” Gonzáles Urrutia.
Por supuesto que no vamos a meternos en ningún tipo de especulación del porqué de la guerra infinita entre EEUU-Reino Unido y UE contra la Federación de Rusia a propósito de Ucrania y mucho menos, por qué gobiernos como el dominicano, de pronto se muestra en uno más que solícito para responder a todo lo que quiera Washington y menos todavía, conociendo, que cuando los efectos de la guerra lleguen al Caribe, República Dominicana será la especie de pieza clave que EEUU y vía el Comando Sur, tiene para resolver “el asunto haitiano” y ser contrapeso frente a los aliados de guerra de Colombia y Panamá frente a Venezuela, Cuba y Nicaragua.
Sin embargo, como dominicano, quien escribe, si se permitirá advertir al presidente Luis Abinader, que en esta materia se ande con cuidado, pues de tan obsequioso como se muestra, pudiera quedar atrapado en un entrampamiento entre EEUU y sus aliados de Occidente, todos con relaciones diplomáticas y comerciales con este país y como por igual República Dominicana tiene con Rusia y China y por si se le olvida, recordarle que los grandes poderes saben tener juegos de guerra en los que terceros países y por pasarse de listos en “lealtades” de oportunidad, terminen por quedar entrampados y de mala manera.
Obsérvese, que desde Moscú y con relación a las escaramuzas que Washington lleva a cabo a propósito de la búsqueda de una solución “pragmática” al “problema venezolano”, solo ha recordado su interés de facilitar una visita de Estado, a un Nicolás Maduro, que, a nuestro modo de ver, todavía no sabe en qué pie está parado.
Si la invitación se razona en sentido contrario, se verá, que perfectamente la pregunta que cabe es esta: ¿No será, que Moscú y previendo que el encono estadounidense llegue más allá de un dron teleguiado exterminador, prefiera sacar a Maduro y protegerle su vida sin necesidad de liarse en un inútil tú me dices yo te digo con Washington y sabiéndose, que no obstante las apariencias, ambos poderes supra facticos, responden a los mismos intereses y amos?
Si nosotros fuéramos Abinader o cualquier otro presidente en el área, nos anduviéramos con cautela y cuido, es decir, manso como paloma y astuto como serpiente y al saber, que el juego geopolítico que se libra obliga a que haya que irse a lo periférico y de ahí que digamos, que Edmundo Gonzáles Urrutia. Detrás del “abuelito bonachón” que todo el mundo cree, se esconde uno de los represores y genocidas más criminales que pudieran darse. Con Dios. (DAG) 03.08.2024
