Muy mal síntoma, que un partido que le quedan tres años en el poder después de haber comprado su primera reelección, ahora y encontrándose a las puertas de una fuerte conflagración interna, que si ocurre, le llevará a la división absoluta, su presidente actual y temiendo lo peor, es decir, que la organización no pudiera llegar fortalecida al 2028, propone al presidente de la República como su nuevo presidente partidario y para evitar, lo que de lejos y hasta ahora, los observadores ven venir y de continuar el comportamiento anárquico que exhibe, de la derrota absoluta para las elecciones dentro de tres años.
Que José Ignacio Paliza y por sí, haya entendido el pasado domingo, que la única opción que al PRM le queda, es Abinader y como probable efecto aglutinador, dice y muy descriptivamente, de la situación de desesperanza que al oficialismo le embarga y lo que indica, que el terremoto interno es de una magnitud tan significativa, que fácilmente podría arrastrar hacia una caída antes de tiempo del mismo gobierno “del cambio”. Y lo que en realidad, es un pedido que él hiciera en Aeromundo, el 15 de diciembre del 2024, por lo que, lo único que habla y al ser repetitivo en menos de seis meses, que parecería, que ni el mismo Paliza puede controlar al PRM.
Sin embargo, todavía no creemos que el PRM deba dar el paso que Paliza sugiere y por la simple razón, de que, si es a nivel de gobierno, la personalidad y peso de poder fáctico del mismo presidente y unido al hecho de que los tres expresidentes y por encima de cualquier discrepancia, en la práctica están haciendo lo indecible para que el oficialismo no caiga en un terrible desmadre y para ellos mismos evitar sus propias caídas hijas de la revolución generacional que les cerca, nos habla, de que paradójicamente, todavía no todo está perdido para el PRM.
Por supuesto, problemas los hay y muchos, pero de cara a la población y a sus fuerzas vivas, lo que más se destaca es el manejo tan absurdo y atrevido que los funcionarios públicos realizan en la administración de la cosa pública y provocando una ola reiterada de quejas y al darse cuenta la población, que el gobierno está compuesto, no hay otra forma de describirlo, por una de bandoleros que han tomado por asalto los dineros públicos.
Y que es el verdadero Talón de Aquiles, de un Abinader que ha preferido recostarse en la parte orgánica de su gobierno, el Consejo Nacional de Competitividad y para no tomar medidas directas de contención, castigo y corrección frente a los malandrines de funcionarios que en gran mayoría tiene y quienes, sin duda, son los responsables del manejo criminal de presupuestos y políticas que se suponían debían de ir dirigidas a mejorar y fortalecer el nivel y calidad de vida de los ciudadanos.
Sobre el particular, el consenso general es, que el gobierno no da pie con bolas y que los funcionarios son unos despilfarradores, mientras desde el Poder Ejecutivo se actúa con una de manirrota increíble, apoyando a un aparato de propaganda que ha sustituido las realizaciones materiales positivas sobre promesas de obras que, en la generalidad de los casos, absolutamente nadie es testigo de que existieran.
Es al contrario y solo hay que tener de ejemplo el desastre que significa la nueva línea supuestamente en construcción del metro capitaleño hacia Los Alcarrizos, que parecería, que la infraestructura estuviera siendo construida por albañiles de poca monta y no por manos especializadas en la construcción y como había antes de que el PRM llegara al poder en el 2020.
Después, es evidente que la atrapada opinión pública no sale de su asombro y al ver los resultados materiales tan malos que el accionar gubernamental muestra por doquier y que ha generado tanto desasosiego y frustración entre los ciudadanos y peor, que nadie se explica el por qué Abinader no sanciona lo mal hecho y en cambio, se hace de la vista larga y hasta que al final deja que el desbarajuste más sin sentido y prolongado, esté arrastrando a la nación a una situación propia de un país tercermundista como Haití por ejemplo.
Para colmos, Abinader mismo está dando muestras de esa cierta ineptitud que inquieta y al mismo tiempo desconcierta y la que no deja espacio para otorgarle el beneficio de la duda y mucho menos, cuando de buenas a primeras, es tan obvio, que el gobierno ha adoptado terribles políticas de estado policiaco y generando un ánimo levantisco en la parte de la población más cercana a los habitantes a los barrios periféricos en las ciudades.
Entonces y si lo anterior no fuera suficiente, es imposible hacerse el loco y no reconocer, que una parte del gobierno ha sido penetrado por el narcotráfico, los juegos ilegales y la prostitución a gran escala e igual su sello gomigrafo en el Poder Legislativo, más ese terrible hilo conductor de una policía de psicópatas y sicarios, cuyos miembros no guardan formas en materia de reprimir a la población y a un nivel tan fuerte, que se persigue a los ciudadanos y aun estos encontrándose en sus horas de esparcimiento, mientras esa policía acumula muertos y heridos por “intercambios de disparos” y en una dimensión que ni siquiera en los gobiernos de Trujillo y Balaguer no se habían conocido y viéndose, como organismos represivos, como el Dicrim, arremeten contra ciudadanos inocentes con una animosidad casi suicida y cómo la prensa tradicional calla y a la alternativa en las redes sociales, la propaganda oficial le da poca credibilidad, teniéndose el resultado, de que el público se debate en un amplio espectro de confusión mediática.
Pero volvamos a lo que dijo Paliza y leamos esto: “consolidar el liderazgo político con miras a los retos electorales de 2028”, que dicho por Paliza y por más que se quiera disfrazar, se trata de un pedido urgente de auxilio, que también podría significar y lo que advertimos en febrero pasado después del discurso presidencial de rendición de cuentas, cuando Abinader dijo que no se repostularía, que a largo plazo y cuando Abinader se hubiese dado cuenta de que el efecto de sus palabras fue desatar el avispero de los aspirantes presidenciales, que llegaría un momento, que el mismo presidente y si quisiera evitar una derrota electoral fulminante, deberá reconsiderar sus palabras y buscar directamente su reelección y sino por su partido, sí como candidato independiente y justamente esa es la razón del por qué del clamor de Paliza.
Parecería pues, que el tiempo nos ha dado la razón, cuando ayer leímos el texto de lo dicho por Paliza, quien fue especifico al decir y refiriéndose a Abinader: “representa una fortaleza para la organización oficialista y sería un factor clave para mantener la cohesión interna y la preparación de cara a los próximos procesos electorales”. De paso, Paliza también enfatizó en lo relativo a que “el PRM necesita una estructura dirigente fuerte y armoniosa para acompañar cualquier proyecto político futuro” y que va a tono con la especie de «salvavidas» que Abinader dijo ayer en su rueda de prensa, de que todos los candidatos «son valiosos» y como un tente ahí para demorar el choque por venir.
No obstante, hay que recordar, que el gobierno ha golpeado duramente al periodismo independiente en las redes sociales y que es el que verdaderamente cuenta y por la audiencia millonaria orgánica que Abinader y requiere y que los medios tradicionales son incapaces de presentarle y en esa circunstancia, una nueva reelección y tanto presidencial o institucional, nacería paticoja.
Ante lo cual, hemos llegado a la conclusión, de que el desbarajuste dentro del PRM es tal y provocado por los 27 aspirantes presidenciales, que Paliza sugiere a Abinader de apagafuego y como presidente del partido. Con Dios. (DAG) 03.06.2025
última actualización: 02:10 pm