Ramala (Cisjordania), EFE.- Si quiere liberar a sus 240 rehenes en Gaza, Israel no tendrá otra opción que “pagar el precio” e intercambiarlos por los miles de presos palestinos, augura en una entrevista con EFE Qadoura Faris, ministro de Asuntos de Prisioneros de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) en Cisjordania ocupada.
Tras 25 días de guerra entre Israel y las milicias palestinas de Gaza, que se llevaron cautivas a unas 240 personas en su ataque del 7 de octubre, Faris alega que los precedentes históricos demuestran que Israel deberá liberar a todos los presos palestinos en cárceles israelíes -unos 7.000- a cambio de sus cautivos, como exige el grupo islamista Hamás, que controla la Franja.
“Israel liberó a 5.000 presos palestinos por 6 soldados en 1983, 1.150 presos a cambio de 3 militares en 1985, y logró el retorno de un soldado por 1.027 prisioneros en 2011″, cuenta el ministro de la ANP -órgano sin control directo en Gaza-, quien asegura que la oferta de Hamás “es realista según la historia de intercambios” del pasado.
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“Ahora hay más de 200 israelíes prisioneros en Gaza. Netanyahu no tiene otras alternativas. No le queda otra opción que sentarse a la mesa de negociaciones y sacarlos a todos. Nuestros presos por sus presos”, asegura Faris, conocedor de la mentalidad de Israel sobre este asunto tras pasar él mismo 14 años en las prisiones israelíes.
Agrega que el gobierno de Netanyahu se equivocará si cree posible liberar a los cautivos en Gaza -entre ellos niños, mujeres o ancianos- con su dura ofensiva militar sobre Gaza, donde ya han muerto más de 8.500 personas y más de 21.500 han resultado heridas, según cifras del ministerio gazatí de Sanidad.
“Israel deberá liberarlos mediante negociaciones, lo que será fácil si está dispuesto a pagar el precio, pero si quiere liberar los rehenes con la guerra hará un error histórico”, dice Faris.
Según opina, el proceso no avanzará si el Gobierno israelí no acepta primero un alto el fuego, el mínimo requerido para entablar contactos a través de los principales mediadores, Egipto y Catar, que trabajan en ello desde el inicio del conflicto y hasta ahora facilitaron la liberación de cuatro mujeres rehenes en la Franja.
Las autoridades israelíes “solo tienen una posibilidad: sentarse a la mesa de negociaciones para liberar a sus presos”, ya que “Hamás y la resistencia palestina no podrán ser desmanteladas”, alerta el ministro.
Asegura que Israel ya intentó hacer ofensivas parecidas en el pasado contra las milicias palestinas, como su invasión de parte del Líbano en 1982 tras prometer que acabaría con la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), un paso en falso que le atrapó por 18 años en el país árabe, hasta que se retiró sin éxito el 2000.
“Debemos dejar de hablar de desmantelar a Hamás, forma parte del movimiento nacional palestino” y tiene una ideología que no acabará.
“Hamás se hizo cada vez más fuerte” cada vez que se le reprimió, dice este ministro de Al Fatah, partido oficialista que domina la ANP y está enfrentado al grupo islamista desde 2007, cuando este último le echó de Gaza y tomó el control de la Franja por la fuerza.
Ante todo, Faris apela ahora “a un cese el fuego que permita a la población de Gaza recibir ayuda médica, alimentos y electricidad”.
“Es imposible llegar a un acuerdo” para intercambiar presos “si la guerra continúa”, agrega.
Según su experiencia, argumenta el ministro de la ANP, “las negociaciones podrían durar dos meses para asegurar el cumplimiento del pacto de todas las partes”, y “evitar cualquier juego de Israel, que no ha respetado acuerdos en el pasado”.
Un temor, agrega, es que Israel pudiera imponer la deportación de los prisioneros palestinos a la misma Gaza o fuera de la región como condición para su liberación, algo que “no aceptarán”, ya que buscan “volver con sus familias y a sus hogares”.
“Esto necesitará tiempo, se deberá también crear una atmósfera de confianza juntos para la implementación” de un pacto, advierte.
“Si hay necesidad de ser facilitador, de llevar información, este es mi papel y responsabilidad”, asegura Faris como representante de la ANP, aunque este organismo tuvo peso menor en mediaciones entre Israel y Hamás de años pasados, siempre a manos de Egipto o Catar.
En menos de un mes de guerra con Gaza, el número de prisioneros palestinos en cárceles israelíes está alcanzando un pico histórico.
El Ministerio de Prisioneros calcula que las fuerzas israelíes arrestaron a 1.700 palestinos, sobre todo en Cisjordania y Jerusalén Este, lo que eleva los presos en cárceles israelíes a 7.000. Por su parte, el Ejército israelí dice que estas semanas detuvo a 1.200 palestinos, gran parte de ellos sospechosos de vínculos con Hamás.
A esto se suman los 4.000 trabajadores de Gaza que tenían permiso de trabajo en Israel y que fueron detenidos y privados de libertad.
Ante todo, Faris insta a acelerar el intercambio de presos, “una cuestión humanitaria para Israel como Palestina”, y aconseja al Gobierno israelí de “no olvidarse de la cuestión palestina”, porque se demuestra que vuelve a ser “el asunto más grande de la región”.
Fuente: N Digital