A nuestro modo de ver las cosas. Si corrupción es. un presidente de la Republica haciéndose el tonto y dejando que su propia familia y allegados violenten Leyes, Carta Magna y Reglamentos, sin duda que Danilo Medina se lleva la palma y siguiéndole cerca Leonel Fernández y ahora con el gobierno de Luis Abinader, el primero de ricos en toda la historia nacional, tampoco es que sea trigo limpio y si aplicamos el punto de vista, de que es un régimen conformado por comerciantes, tenderos, importadores, suplidores del Estado en las áreas civil y militar y con una sola etiqueta: plutocrático.
Pero lo más significativo, que por hache o por erre y en estos periodos, el aparato mediático ha sido el colaborador más efectivo en el fomento de la corrupción y a extremos absolutamente degradantes y cuando se aplica su realidad, de que son periódicos matutinos y estaciones de radio y televisión, más sus ramales en internet y las redes sociales, propiedad del nicho de empresarios y de mayoría inescrupulosos, denominados “barones mediáticos”, quienes a su vez, están acompañados por grupos de la llamada “sociedad civil” supuestamente identificados contra la corrupción, como la otrora Marcha Verde, en su momento, el más fuerte movimiento de opinión contra la corrupción y financiado y alentado por sectores empresariales allegados a la Cámara Americana de Comercio, creador a su vez del grupo de presión de “periodistas, comunicadores y productores de radio y televisión independientes” cobijados bajo el paraguas de Participación Ciudadana y cuyo mayor escenario fueron las hipócritas manifestaciones anti corrupción desde la Plaza de la Bandera en la capital de la República.
Es decir, anticorrupción y si se es objetivo, es otra forma engañosa de corrupción a gran escala y que tiene por base, determinadas áreas específicas y encubridoras del actual gobierno del PRD-PRM y lo que, con el correr del tiempo y hasta el 2024 veremos su destape total.
Comenzando por ese aparato de propaganda conformado por funcionarios y periodistas y comunicadores, productores de radio y televisión provenientes de la Plaza de la Bandera y ahora encuadrados dentro de la comunicación oficial.
Hay que desterrar la corrupción, pero ¿cómo? Si la mayoría de los miembros de las fuerzas vivas de este país son parte de ese tinglado. búsquese alrededor de cada uno, y se verá que muy pocos salvan la prueba, Aun así, hay que alentar esa lucha cívica redentora. Y una sola precisión, que, con todo, Abinader aún goza del beneficio de la duda (DAG)
