España. Sumar no rompe la mayoría absoluta de la derecha

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A cuatro días de que comience oficialmente la campaña de las elecciones autonómicas y municipales, la irrupción de Sumar en el tablero político no alivia el complicado «sudoku» al que se enfrenta el PSOE en las próximas citas en las urnas. La diferencia entre los bloques se mantiene estable, con una mayoría absoluta consolidada a favor del centroderecha, en la que el PP supera en cien escaños a Vox. Mientras que, en la izquierda, la fragmentación a tres hunde a Podemos, que se quedaría en la franja de los 2-4 escaños, al tiempo que la plataforma de Yolanda Díaz alcanzaría entre 27 y 29 diputados. Unidas Podemos consiguió en las últimas generales 35 escaños y tres Más País, por lo que el tirón del nuevo liderazgo femenino de la izquierda no serviría ni para mantener lo que obtuvo Pablo Iglesias hace cuatro años, con una caída de entre 9 y 5 diputados, a pesar de que suban en más de trescientos mil votos.

De celebrarse hoy elecciones, el PP alcanzaría los 141-143 escaños, con un crecimiento de más de tres millones de votos, y entre 52-54 escaños. Vox, por su parte, se quedaría con entre 40 y 42 diputados, con 365.543 votos menos que hace cuatro años, cuando alcanzó los 52 diputados. En todo caso, aguanta a nivel nacional, confirmando que tiene una masa electoral muy resistente a las oscilaciones del escenario político.

En este sondeo de NC Report de mayo, que recoge la división de la izquierda, se percibe una ligera recuperación de los socialistas con respecto a abril, pero no significativa en la suma total del actual bloque de gobierno. En ese sondeo del pasado mes, el PSOE bajaba hasta los 89-91 diputados, mientras que ahora se mueve en la franja de los 91-93, si bien, en la comparativa con las últimas generales, la caída supera el 1,3 millón de votos y, en diputados, entre 27 y 29.

Un mes después de que se presentase oficialmente en sociedad Sumar, la demoscopia confirma que Moncloa no ha conseguido detener el trasvase de voto del PSOE al PP, por encima del medio millón en todas las encuestas. El sondeo de NC Report revalida al PP como partido con una mayor fidelidad de voto, sin que ese porcentaje se haya visto alterado por la estrategia socialista dirigida a fortalecer la imagen del presidente Pedro Sánchez con un discurso económico y sostenido en el goteo de anuncios dirigidos a captar el voto de segmentos de la población, con especial interés en estas últimas semanas en el voto joven con anuncios múltiples en materia de vivienda. El presidente se ha echado encima el peso de la campaña, con una implicación personal que se ajusta al siguiente esquema: se apropia de las medidas sociales en sus mítines antes de llevarlas al Consejo de Ministros, ocultándoselas así al ala morada del Ejecutivo. La jugada no parece que esté cuajando, y en las filas socialistas se percibe la preocupación porque los sondeos en clave autonómica y municipal no dejan de ser negativos para las siglas socialistas. Aunque Moncloa insista en negar que sus datos coincidan con los que se publican. La campaña aviva la guerra de la intoxicación entre partidos, por lo que todos sus mensajes hay que cogerlos con alfileres.

En fidelidad de voto, el Partido Popular alcanza el 96,2 por ciento, con un crecimiento consolidado por la extinción de Ciudadanos, que no tendría ningún escaño, y por el voto que capta del PSOE (10,1%) y de Vox (23,7 por ciento). PSOE y Vox están empatados en fidelidad de voto, en el 73,9%, y en los dos casos la principal fuga es a las siglas populares. Otro 6,2 % de votantes socialistas de hace cuatro años asegura que hoy apoyaría a Sumar, mientras que a Podemos solo mira el 0,4%. De los votantes de Unidas Podemos de 2019, un 35,2% dice que se decantaría por Podemos, frente al 51,2 por ciento que hoy votaría a Yolanda Díaz.

Si la izquierda se presenta finalmente fragmentada a las elecciones, sacará menos escaños en su conjunto, aunque también es cierto que el PSOE aguantaría mejor en el número de diputados. Mientras que la contrapartida es que, si va dividida solo en dos marcas, los números dicen que pueden crecer en escaños, pero a costa de una mayor debilidad del PSOE, y sin que haya encuesta que confirme a día de hoy que por esa vía podrían revalidar la mayoría necesaria, con el apoyo del resto de fuerzas independentistas, nacionalistas y regionalistas, como para aguantar en Moncloa. Si Podemos y Sumar se presentan por separado, la izquierda contaría con entre 120 y 126 escaños a los que empezar a contar la amalgama de partidos independentistas y minoritarios para repetir un pacto de investidura que les eleve a Moncloa. Y la suma no da, no llega a los 160 escaños.

Según Nc Report, Esquerra Republicana podría perder un diputado, que iría a la saca de Junts, el partido del prófugo expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont. En la representación vasca, el PNV puede crecer un diputado, hasta siete, a costa de Bildu, socio privilegiado del Gobierno de Pedro Sánchez, por encima de la relación con los peneuvistas, con los que comparten acuerdo de gobierno en la Lendakaritza. Los dos partidos, PNV y Bildu, crecerían en votos de celebrarse elecciones generales.

Ahora bien, los comicios del 28-M también pueden alterar los equilibrios en la actual mayoría de investidura en la medida en que en las ecuaciones de futuros gobiernos pueda entrar el PP en lugar del PSOE, por ejemplo, en los gobiernos de Canarias o Cantabria. La política de pactos está completamente abierta. Por: Carmen Morado [La Razón]