Increíblemente, el terco director del matutino centenario capitaleño insiste y con él, el periódico que dirige, ahora con el establecimiento de un estado de emergencia, que tal como lo advierte el texto constitucional, es la negación absoluta del estado de derecho y la vulneración total de los derechos y fueros de los ciudadanos y con el pretexto, de que supuestamente la delincuencia social se le ha salido de las manos a las autoridades.
Lo correcto debería de ser, que en vez de abogar por el establecimiento de la fuerza bruta, ese director y su periódico hicieran todo lo posible por destacar, que dentro del sistema constitucional existen las opciones y valederas, para enfrentar cualquier desorden social (que no lo hay) o descontrol delincuencial que se presente.
Sin embargo, vemos que ese matutino centenario capitaleño aboga por un estado de emergencia, que como el texto constitucional lo especifica, también se lleva el espíritu de todas las libertades públicas e incluyendo el ejercicio de la libertad de prensa. No alcanzamos a entender como se puede ser tan imbécil y abogar por afilar cuchillo para su propia garganta. [DAG-OJO]