Este país no está preparado para recibir los efectos políticos traumáticos de una generación alfa (nacidos a partir de 2010) y la mayoría provenientes de matrimonios destruidos y padres moralmente delincuentes y de moral absolutamente laxa

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Esa generación Alfa (2010-2020) y que es nacida en este siglo XXI, a este año, sus integrantes cuentan con 14 años de vida y lo que quiere decir, que para las elecciones del 2028 votarán por primera vez e irrumpiendo brutalmente en la vida política con esa forma de ser proclive a los teteos, consumo de drogas, prostitución y anarquía social y peor, teniendo de referente a los hijos de inmigrantes dominicanos del bajo mundo de la ciudad de Nueva York, donde un ramal de delincuencia “criolla” ha nacido y logrando echar raíces.

Lo increíble, es ver como los hijos de esos delincuentes -la mayoría- estadounidenses de origen dominicano, que son enviados al territorio nacional y dizque huyendo a la delincuencia y la mala vida de Nueva York, se han convertido en la inmigración más letal y mortífera para la formación de la nueva juventud dominicana y la que como se está viendo, ahora se presenta como el nuevo paradigma para las legiones de adolescentes y jóvenes dominicanos y habitando en la mayoría de los barrios de clase media baja en la periferia de nuestras ciudades y quienes mantienen una constante de guerra por posicionamiento social y mediático, frente a sus iguales de clase media dominicana a nivel de la burguesía criolla.

Este atípico choque cultural, no solo que ya  se encuentra establecido en el modo de ser de la juventud dominicana, sino que adaptado y adoptado por los profesores de 24-46 años, ha transformado a los jóvenes de este país, en un reducto casi mayoritario de delincuentes sociales en el que todo cuanto no es aceptado por las normas de civilización, civilidad y buena educación más correctos, está recibiendo su embate y a un nivel, por el que -a este día-  más de tres millones de jóvenes, se encuentran en la acera de enfrente a todo cuanto se entienda orden civilizador.

Cómo resultado y si le añadimos la realidad, de que la vida política de este país es toda de delincuentes y ni hablar en la económica, al tiempo que la más terrible inversión de valores morales ha sido establecida y penetrando de lleno en las instituciones tutelares de la nación: Ejército, Religión y Policía y que es la razón, de que de golpe, referentes sociales de la generación X nacidos entre 1965 y 1981, es decir, que tienen a este año 63 y 43 años, motorizan en este momento la vida de la nación y con la característica, de una flexibilidad de criterio amoral y si vale el término, que se aviene ampliamente a la manera de ser de los adolescentes de 14 años.

Precisamente y porque estamos viendo, que entre estas dos generaciones, la alfa y la x, es que se está conformando la vida de esta nación, haya que considerar, que quienes tienen o pasan de 64 años, parecería que nada tienen que buscar en la conformación generacional del nuevo país político y el que, a partir de las elecciones del 2028, será determinante en la vida nacional y para lo que va de este siglo.

Incluso y si tomamos en cuenta la generación Z (1997-2012) podríamos entender el porqué del ímpetu de la muchachada de 14 años y que es el factor que nos hace decir y rotundamente, que quienes se encuentren en las edades de 65 a 100 años, simplemente el empuje generacional aplastantemente joven que les antecede les obligará a buscar una readaptación, digamos social y si es que sus últimos años de vida, quisieran y de alguna manera sentirse útiles en las comunidades en las que vivan.

En otras palabras, las generaciones de personas maduras, todas esas entre 42 y 59 años serán las preponderantes como referentes de mando y poder para la República Dominicana de este siglo y las que tendrán que lidiar con el peligroso objetivo de como obligar a la readaptación social a los miembros de las generaciones Z y Alfa.

No debe extrañar entonces. que de estas nuevas generaciones, uno de ellos y conocido como alofoke, Esmelín Santiago Matías García, sea el principal referente  de la forma de ser, conducirse y hablar de las nuevas generaciones y con su plataforma radial, televisiva e internet y quien como influencer con más de medio millón de seguidores y visitantes por más de cinco millones en cada video que coloca, se le entienda y aparte de las pasiones de aceptación o de rechazo que arrastra, en el referente generacional preponderante y de enorme influencia para los miembros de las generaciones X, Y, Z y lo que significa a su vez, que en lo que se presentan nuevos refrentes a su estilo y con las potencialidades de su dominio de la comunicación, el individuo y a partir del 2028 pudiera dar el salto a la política activa para una vigencia dentro de los próximos veinte años a partir de las elecciones del 2028 y con una sola condición, que depure su estilo y mejore su formación y educación.

Descubrir esta realidad, es ver lo que, hasta ahora, legiones de políticos, o no han querido ver o simplemente han ignorado y porque la mayoría ha actuado de espaldas a su generación y a las siguientes. De esta manera ya no se puede hacer otra cosa que buscar nuevos referentes sociales y políticos con edades entre los 30 y 42 años en la actualidad y si queremos una nueva clase gobernante más ajustada a los retos de este siglo.

Por esta realidad tan cruda, ahora resulta, que de los candidatos presidenciales actuales, Abinader con sus 56 años y Leonel a sus 70 años y este último de manera excepcional, tengan las mejores condiciones para concretar sus aspiraciones políticas y no así, Abel, que con todo y sus 51 años y tener un partido poderoso a sus espaldas, su vida pública y política no le ha permitido trascender de la forma aplastante como los dos candidatos anteriores, salvo y esta sería una realidad objetiva y en este tiempo, que de llegarse a una segunda vuelta electoral, pudiera tener las mayores posibilidades para alzarse con el poder.

Los retos están ahí, las metas también, pero el entorno tan inestable nos hace decir, que, por ahora, este país no está preparado para recibir los efectos políticos traumáticos de una generación alfa (nacidos a partir de 2010) y la mayoría, de matrimonios destruidos y padres moralmente delincuentes y moral absolutamente laxa. Con Dios. 25.03.2024