Un fuerte éxodo se está produciendo en las ciudades de áreas turísticas en las que viven una mayoría de envejecientes de clase media a alta y sus cónyuges, huyéndole al desorden y ausencia de buenas costumbres y sana vecindad que caracteriza a la clase media capitaleña y la que priva en rica y la otra, de gente joven proveniente de los barrios capitaleños en donde impera la subcultura delincuencial de los dominican york cómo producto del bajo mundo dominicano de Nueva York.
Desde el medio día y hasta la medianoche del domingo, el fenómeno migratorio de la plebe de clase media privando en rica a comenzado a hacerse sentir, primero, con los altos volúmenes de sonido en los aparatos electrónicos y a partir de las siete de la noche con los infernales teteos, que, en el caso de Punta Cana, hacen presencia en playas y conglomerados urbanos de conocida tranquilidad y comportamiento social y ni hablar de la invasión de drones metiéndose en los patios de las residencias.
Debido a ello, muchos residentes en los residenciales de la periferia como Ciudad La Palma y en el área de Bávaro, salen huyendo de sus propiedades hacia la capital de la República básicamente, mientras en el conjunto urbano de Verón, el populacho lo invade todo.
También el mismo “efecto multiplicador” ocurre en ciudades de montañas, como Jarabacoa y Constanza, donde la plebe de clase media privando en rica, entra a tambor batiente a arrollarlo y violarlo todo, convirtiendo el feriado de fin de semana en la peor expresión de gente mal educada y sin costumbres. (DAG-OJO)
