La Justicia italiana ha condenado a un año de prisión al comandante de un barco que en 2018 entregó a los guardacostas libios un centenar de migrantes, entre ellos menores y mujeres embarazadas, que había rescatado previamente en el Mediterráneo Central.
«Es la primera vez que se llega a un veredicto de esta magnitud en Europa y que, de hecho, confirma que Libia no puede ser reconocida como lugar seguro de desembarco», afirma el diario Avvenire al revelar hoy la sentencia sin precedentes dictada por el Tribunal de Nápoles (sur).
Los magistrados que han condenado al comandante de la nave Asso28 por entregar a Libia los 101 migrantes que había rescatado tuvieron en cuenta las investigaciones llevadas a cabo por la capitanía del puerto de Nápoles y las grabaciones de las conversaciones de radio escuchadas el 30 de julio de 2018 por el buque de la ONG española Open Arms.
Esas grabaciones, que levantaron polémica al ser publicadas por Avvenire en julio de 2020 por mostrar una serie de anomalías en la gestión del caso, fueron solicitadas entonces por la Fiscalía de Nápoles, que abrió una investigación, según el periódico.
El Asso 28 es un remolcador propiedad de la compañía Augusta, de apoyo a las plataformas petrolíferas frente a las costas de Libia, y, según un portavoz, la operación de rescate fue gestionada enteramente por la Guardia Costera libia, que ordenó al comandante que devolviera a los migrantes a Libia.
«A partir de ahora, cualquier buque civil implicado en los rechazos se enfrenta a un juicio y a una condena», asegura el diario de la Conferencia Episcopal italiana, que cubre con asiduidad informaciones sobre los migrantes en el Mediterráneo.
El diputado Nicola Fratoianni, secretario general de Sinistra Italiana y que estaba a bordo del Open Arms cuando se produjo la devolución, en julio de 2018, testificó durante la investigación.
«Nos dijeron que tenían indicaciones de ir a Libia por orden de sus responsables en la plataforma. Cuando en el Asso 28 recordamos que los rechazos son ilegales, el comandante respondió con vergüenza, como si estuviera obligado a someterse a una orden de muy alto nivel», dijo al recordar los hechos.
Fuente: El Caribe