Una de las razones por las que los policías y luego que cometen crímenes y ataques contra los ciudadanos se sienten seguros de que nunca serán enjuiciados, es porque saben que tienen el recurso de que llevados ante un tribunal, donde el juez y por presiones policiales en la mayoría de los casos, le imponen como pena aleatoria “hasta que la gente se olvide” al dictarles medidas de coerción de determinados meses en la cárcel policial de Operaciones Especiales y lo que es una burla descarada del estado de derecho.
Recién a uno de esos policías imputados por crímenes o violaciones flagrantes de las leyes y el mismo un teniente coronel, Raúl Francisco Suriel Arias, acusado del homicidio de Gregory Mena Montero, se le dictó sentencia de tres meses de reclusión en la cárcel “para caballeros oficiales” de Operaciones Especiales, que se encuentra dentro de un recinto policial y por lo tanto, libre para tener toda el área del recinto a su uso libre y sin fiscalización alguna de la justicia ordinaria.
Dada esta “facilidad operativa”, los policías saben, que no importa el crimen que cometan, ellos nunca irían a una cárcel y como sí le ocurriría a los demás ciudadanos que cometieran un hecho punible por la ley y lo que es un verdadero abuso y burla.
Una nota periodística del Listín Diario describe el hecho: “Montero, un joven de 28 años, falleció en un incidente ocurrido entre la noche del 14 y la madrugada del 15 de diciembre de 2024 en el sector Los Ríos. Según el expediente del Ministerio Público, el incidente se produjo cuando Gregory Mena Montero fue señalado por dos ciudadanos por haber atropellado a un motociclista en la avenida Nicolás de Ovando. Tras ignorar un llamado de alto realizado por Suriel Arias y otros agentes, Mena Montero fue perseguido hasta la calle La Fe, donde se vio obligado a detenerse debido al tráfico.
“En ese momento, el teniente coronel Suriel Arias actuó de manera agresiva, golpeando a Mena Montero con su arma reglamentaria, una pistola Glock calibre 9 mm, y posteriormente disparándole en el rostro, lo que le causó la muerte, según la autopsia realizada por el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif)”.
Es decir, lo mató deliberadamente con saña y alevosía, hecho propio de un psicópata ¿y la única pena fue enviarlo de vacaciones por tres meses a la “cárcel policial”? Eso y por ninguna circunstancia puede ser. Este oficial asesino que mató a un joven y vida útil debe y tiene que ser llevado ante un tribunal de fondo y que se le impongan los años de cárcel pública que su crimen y de acuerdo con los códigos, le correspondan. Con razón que digamos, que la cárcel en el departamento policial de Operaciones Especiales es una via para que los policías imputados en la justicia evadan castigo y persecución.
Otra nota periodística, relata: “A 19 días de la muerte del joven Gregory Mena Montero, ultimado de un disparo en la cabeza por miembros de una patrulla policial, en una estrecha calle del barrio La Esperanza del sector Los Ríos, sus familiares denuncian negligencia en la investigación del caso y presunto encubrimiento de las autoridades.
“Más de dos semanas después de la muerte, su familia sigue sin respuesta.
“Roberto De Oleo, tío del joven de 28 años, aseguró que, a pesar del tiempo transcurrido, la familia no ha recibido ningún detalle sobre las investigaciones.
“Lamentamos de manera profunda que las autoridades se hayan vuelto cómplices de este crimen al no actuar con la diligencia que merece”, exclamó en nota de prensa enviada a reporteextra.com.
“Denunció que la acción brutal del disparo a la cabeza con el que un oficial de la Policía Nacional cegó la vida de su sobrino, no ha llegado a manos de la justicia.
“En un documento manifestaron que les preocupa que la presunta negligencia, en realidad sea un encubrimiento.
“Según la uniformada, la persecución policial a Mena fue debida a un atropellamiento a un motociclista y posterior fuga. Pero sus parientes sugieren que el homicidio pudo tratarse de un ajuste de cuentas por motivos pasionales.
“Informes preliminares de la Policía Nacional pusieron a disposición del Ministerio Público a los agentes de la patrulla involucrada en el hecho. Sin embargo, aún se desconoce el nombre del oficial señalado como responsable del disparo que terminó con la vida de Gregory.
“La familia exige justicia y transparencia en el proceso, mientras claman por el esclarecimiento del caso y la identificación de los culpables. «No vamos a descansar hasta que se haga justicia por Gregory».
“Reclaman actuar ante la muerte del joven, que deja dos niños de apenas tres y un año de edad en la orfandad. Piden la intervención de la ministra de Interior y Policía, Faride Raful, y del director policial, mayor general Ramón Guzmán Peralta, para que no quede impune y que procedan a someter de forma efectiva a los responsables.
“La familia exige justicia y transparencia en el proceso, mientras claman por el esclarecimiento del caso y la identificación de los culpables.
“No vamos a descansar hasta que haya justicia por Gregory”, sostuvieron y que recoge el medio https://reporteextra.com/ (DAG-OJO)
Imagen: Gregory Mena Montero (occiso)