Alrededor de 3,2 millones de niños padecerán desnutrición aguda a finales de este año en Afganistán y un millón de ellos corren peligro de muerte. Advirtió hoy la Organización Mundial de la Salud (OMS).
«Estamos ante una lucha despiadada ya que el hambre se apodera del país». Dijo la portavoz de la OMS. Margaret Harris, en teleconferencia desde Kabul.
La hambruna y la propagación de enfermedades infecciosas agravan la situación de un país cuyo sistema sanitario se ha deteriorado gravemente desde la toma del poder por parte de los talibanes. Lo que provocó el congelamiento de los recursos que varios países y organizaciones financieras internacionales destinaban al país.
La portavoz afirmó que las imágenes en los hospitales afganos son “devastadoras” y que el personal de la OMS ha llegado a ver “bebés de 7 meses más pequeños que un recién nacido”.
A esta crisis alimentaria y sanitaria se le suma la llegada del invierno, con temperaturas de 10 a 20 grados bajo cero. “En algunos lugares. La gente está cortando árboles para proporcionar combustible (madera) a los hospitales en medio de una escasez generalizada de fuel», agregó.
Según Harris, ahora todo depende del flujo de ayuda humanitaria que llegue a Afganistán y que permitiría vacunar a los niños, que los servicios sanitarios ofrezcan la atención mínima a la población y que el personal reciba sus salarios, lo que no está ocurriendo en los últimos meses.
Fuente: El Caribe