Entre lo absoluto y relativo existen diferencias fundamentales, pero útiles, en lo matemático, filosófico y físico, a esas conclusiones han llegado estos tres mundos del conocimiento.
Desde la perspectiva de la filosofía, lo absoluto es incondicionado, independiente, desvinculante, de manera que no está mediatizado y agrega, la materia en movimiento, en forma de sumatoria, no se halla condicionada ni limitada por nada, es absoluta; en cambio, lo relativo, caracteriza el dato en sus relaciones y nexos con otros hechos, en dependencia de otros fenómenos. Las cosas son relativas cuando forman parte de un todo y al contener un elemento de lo absoluto lo hace tener conexión de dependencia.
En la linera de lo matemático, el valor absoluto de un número es el que tiene, sin importar el lugar o participación, mientras que, el valor relativo, depende enteramente del lugar que ocupe el número. “El valor absoluto de un número es su distancia respecto al cero en la recta numérica. Por ejemplo, el valor absoluto de -5 es 5, ya que está a una distancia de 5 unidades del cero”.
En la física, “el espacio absoluto se refiere a una estructura fija y constante en el universo, mientras que el espacio relativo se refiere a la posición y movimiento de los objetos en relación con otros objetos. Lo mismo sucede con el tiempo absoluto y el tiempo relativo”.
Dicho en pocas palabras, entre el valor absoluto y el relativo son dos medidas importantes El valor absoluto representa la distancia numérica entre dos valores, mientras que el valor relativo se utiliza para expresar la relación entre dos medidas en términos porcentuales.
Expresada las tres connotaciones entre el valor absoluto y relativo y aplicándose al tema de la deuda pública dominicana, lo primero que tenemos que establecer es la diferencia entre el indicador relativo de la presión de la deuda respecto PIB y el saldo de la deuda, como dato absoluto.
Para determinar el valor relativo de la deuda, se procura el dato absoluto de la deuda y luego se relaciona con otro dato económico, como es el PIB, que, al dividirlo, el primero en papel de numerador y el segundo, en el de denominador, hace que se relacione, adquiriendo la categoría del indicador de presión de la deuda pública.
Al margen del movimiento que pueda tener el dato de la deuda, como el PIB se mueve, en general hacia el crecimiento, inducido por una serie de causales, como la inflación, la apreciación de la moneda local o por el crecimiento de la economía, o todas a la vez, el dato resultante sería menor, sin que la deuda haya bajado, lo que induce a un sofisma y hasta cierto punto engañoso para la toma de decisión.
En forma concreta, el actual saldo (absoluto) de la deuda del sector público centralizado a julio de 2023 es de US$ 54,795.5 millones, mientras que a agosto de 2020 fue de US$ 39,178 millones, para un incremento equivalente a US$ 15,617.7 millones, pasando en términos relativos de 49.7 % a 44.8 % del PIB, una caída de 4.9 puntos porcentuales.
Indicadores, % 2023 2024 2025 2026
SDPExt. /PIB 2.37 3.1 4.0 4.8
SDPInt. /PIB 2.14 2.04 2.0 2.6
La reducción de la presión de la deuda como porcentaje del PIB sugiere la capacidad que tendría una economía para cubrir sus obligaciones; sin embargo, este indicador puede no ser el más indicado en medir la capacidad de las finanzas públicas para atender los pasivos; por lo que, tal vez sea conveniente utilizar otro que si nos acercara más a relacionar el servicio de la deuda pública con el PIB y el tipo de presión fiscal que ejerce.
El lector podrá apreciar que el saldo de la deuda (absoluto) ha aumentado en forma importante, contrario al indicador de la presión de la deuda (relativo) que ha disminuido, al examinar el servicio de la deuda pública, que se deriva del saldo de la deuda y se relaciona con el PIB y colateralmente con las finanzas públicas, notamos que la carga financiera es cada vez mayor. Mientras el indicador del servicio de la deuda pública externa/PIB en el año 2023 es de un 2.37 %, para el 2026 se elevará a un 4.8 % y lo propio le acontecerá al servicio de la deuda pública interna/PIB, que pasará de un 2.14 % a un 2.6 %, señales que revelan que el indicador de la presión de la deuda/PIB puede resultar engañoso y que el alternativo propuesto, tiene más capacidad para medir el sacrificio fiscal/presupuestario y de la economía para honrar los compromisos financieros que se adquieren con el endeudamiento.
Como puede advertir el lector, para que la deuda pública se muestre que ha bajado, hemos tenido que relacionarla con otro dato y otra variable, lo que quiere decir que cuando las autoridades gubernamentales afirman que la deuda ha bajado, incluyendo al presidente Luis Abinader, lo que han querido decir es que la economía, medida por el PIB, tiene mayor capacidad para atender los compromisos de la deuda y no que el monto de la deuda ha disminuido.
El valor absoluto de la deuda pública dominicana ha aumentado sin referente igualitario, si no, además, que ha sido el mayor de la historia, especialmente, si consideramos que ha ocurrido en apenas 3 años, los que van de agosto de 2020 a julio de 2023.
Lo propio le acontece a la deuda pública consolidada, de utilizar el dato relativo expresado o vinculado al PIB, tenemos que a septiembre de 2020 era de un 65.9 % y a junio de 2023 es de un 59.0 % del PIB, pero quiere decir eso que la deuda ha bajado, claro que no, por el contrario, se ha elevado en US$ 20,207.8 millones, al pasar de US$ 51,945.3 millones a US$ 72,153.1 millones.
El lector, en adición, puede considerar que todo lo que se produce en la economía y que se resume en el PIB no paga impuestos. En la actualidad, la presión tributaria es de alrededor de un 14.0 % del PIB, significando que el indicador de la presión de la deuda no siempre se beneficia en términos reales del crecimiento económico y la mejor demostración de lo afirmado, es que, el presupuesto anual, todos los años muestra un déficit financiero creciente, que tiene que equilibrarse con nueva deuda, siendo el pago de los intereses de la deuda una de las razones.
De manera, que como el saldo de la deuda es un valor absoluto, significa que representa el valor numérico entre dos valores, mientras que, la presión de la deuda como indicador relativo, expresa dos medidas en términos porcentuales, indicativo de que, para poder construirse, tiene que relacionarse con otra variable. El saldo de la deuda es incondicionado y la presión de la deuda es condicionado.
Por haber aumentado el saldo de la deuda, cada uno de los dominicanos tenemos una mayor deuda sin que la población la haya contraído y también, que el presupuesto nacional, cada vez más, tendrá que destinar mayores recursos financieros para cubrir el servicio de la deuda pública. Por: Haivanjoe Ng Cortiñas [hoy]