Cuando se averigua sobre esta ONG fundada el 28 de mayo de 1961 como “un movimiento global que trabaja por la promoción y defensa de los derechos humanos, reconocidos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos aprobada en 1948 y en otros tratados internacionales como los Pactos Internacionales de Derechos Humanos” y con filiales como Amnesty International USA y Amnesty International France y todas, mecanismos coercitivos de penetración en terceros países a favor de los países “de Occidente”, lo primero que se descubre, es que son utilizadas como ariete “independientes” de los gobiernos de Washington, Londres y Bruselas y recién como socio temerario de la Unión Europea (UE).
En función de esa visión seudo “globalista”, esta entidad europeísta, tiene una burocracia altamente prejuiciada e hipócritamente abusadora y contra naciones que saben lidiar con otras vecinas de raza diferente y particularmente negras de origen africano y al grado, de que con el mayor desparpajo, atacan y critican a aquellas americanas de origen mestizo, negra y mulata, que como República Dominicana, saben mantener y defender a pie firme su cultura e idiosincrasia y sin dejar de ser un país de acogida, en este caso y con preferencia hacia el pueblo haitiano.
Sin embargo, AI en vez de referirse al racismo continúo manifestado por la mayoría de las naciones europeas y en particular, Francia contra la población negra en sus propios territorios y de origen africano, a la que maltratan inmisericordemente, prefiere mejor cebarse en la nación dominicana y con soflamas y mentiras, siempre precursoras de algún tipo de iniciativa dirigida a ponerla en ridículo y falsamente y como es el caso con sus nuevos ataques contra República Dominicana.
Haití es una nación de origen francés y africano y de población mayormente negra. La nación dominicana es una de origen ibérico con mezcla negroide y mestiza, cuya mayoría poblacional es un cruce de etnias blanca y negra y otras razas asiáticas y con un fuerte grupo de dominicanos, -familias e individuos- mezcla mayoritaria de dominicanos de origen haitiano y en grado menor, de haitianos de origen dominicano y quienes nunca han conocido esas formas de racismo visceral y fanático europeo que AI pregona.
Aun así, República Dominicana, siempre ha sido víctima de la desinformativa campaña indiciosa de acusación “racista” y la que siempre se corresponde, cuando poderes externos geopolíticos de origen colonialista, quieren convertirla en su pretexto para volver a apoderarse y esclavizar a Haití.
Este último aspecto, todavía mucha gente y en muchos países, no ha caído en cuenta y por lo que invitamos a nuestros lectores en todo el “planeta” internet a que indaguen y denuncien. Por ahora es cuánto. (DAG-OJO)