Margarita. ¿Inicio precampaña electoral de cara a mayo de 2024?

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Para una mujer que las últimas mediciones le dan un cómodo 27 % de aceptación popular y en momentos que dentro de la partidocracia y la clase política en sí, hay una profunda crisis moral que aniquila lideratos y postra a los más señalados como corruptores y corruptos, que la exprimera dama y exvicepresidenta, Margarita Cedeño de Fernández, anuncie que se lanza  a “tomarle el pulso a la ciudadanía” con miras de concretar su aspiración presidencial, sin duda que provoca un efecto comparación, que por obligación arrastrará interrogantes y muchas interpretaciones.

Pero lo real, es que, con su anuncio, la política abre la precampaña electoral y con la misma, de ahora en adelante se expone al fuego graneado de todo el mundo: políticos, partidos, medios de comunicación, empresariado, poderes fácticos y gobierno. Y no porque no tenga derecho a manifestarse su aspiración, sino porque con el anuncio e indirectamente, expone las lacras de todo el espectro político dirigencial y por via de consecuencia, aviva las criticas amplias sobre la corrupción política.

Por lo pronto, “su” partido, el opositor de la Liberación Dominicana (PLD) será el primero en experimentar las embestidas supuestamente moralizantes más duras, en tanto Cedeño de Fernández no dejará de experimentar ciertas sacudidas, al tiempo que el partido de su esposo, Fuerza del Pueblo, del expresidente Leonel Fernández, en apariencias podría verse beneficiado, cuando en realidad y de ahora en adelante, experimentará lo más parecido a alguien que esté afilando cuchillo para su garganta.

Razonamiento válido, toda vez que el lazo marital con el expresidente, generará a lo interno y por todo el país político, una reacción nada compensatoria y sí agresiva, dado que indudablemente, esa nueva formación política no escapa a señalamientos por corrupción de muchos de sus miembros principales y en particular por su manera “tan viva” de apoderarse de legisladores y alcaldes y regidores que no son suyos para conformar una dudosa mayoría que le permitiera ser beneficiosa y como en efecto ha sucedido, con recursos que propiamente y por su resultado electoral de julio de 2020, realmente no le corresponden y que fuera entendido como un favor político del gobierno o en concreto del partido oficial, Revolucionario Moderno (PRM) y que en su momento deberá explicar pormenorizadamente.

Si usáramos el lenguaje o jerga de los jugadores de dominó, bien podría hablarse de que estamos ante un esquema de capicúa, ganar de cualquier manera y que es un criterio que se ve reforzado dentro del contexto de un “matrimonio presidencial”, que desde ahora y cualquiera de los dos, sea quien al final se encontrara mejor posicionado para ser candidato presidencial, en tanto también al final, ambos partidos “opositores” se unieran para enfrentar las expectativas y aspiraciones continuistas del oficialismo.

Visto de este modo, el escenario político tan agitado que la exvicepresidenta acaba de crear y conociéndose del “modo salvaje” de como se desenvuelven los políticos a la hora de empañar o destruir reputaciones, muchos asumimos, que la precandidata presidencial auto impuesta, deberá tener mucho menudo para devolver y a la hora que ella sea el objetivo a destruir  y para impedir que la población haga efectivo en apoyo y calor humano, ese 27% de expectativas en popularidad que ciertas encuestas le otorgan.

Desde luego, la doctora Cedeño de Fernández y no simplemente Margarita, quien tiene un origen social entre clase media baja y popular, también se le reconoce y como diría cualquier vecino, “no es un maíz” a la hora de devolver y medirse en el debate político abierto y es lo suficientemente incisiva e hiriente como para enfrentar los ataques que le pudieran sobrevenir y tanto personales o políticos.

Sobre este particular hay una anécdota de esas “secretas”, que la tipifica como un tigre o tiguera de barrio y con lo que le dijo a una rival de matrimonio y periodista y con miras de cortar determinante, toda posibilidad de que Cedeño de Fernández no pudiera consolidarse en el matrimonio, que ahora y con más de 15 años y contra viento y marea ha sabido ser integrante y contra todo pronóstico, fortalecerlo.

Entonces y debido a ese tipo de determinación suya que habla de que es una mujer y política que no le tiemblan las manos y tampoco la boca para tomar decisiones que otros huirían, tampoco es que a Margarita hubiese que descartarla como aspirante presidencial y menos, cuando a lo interno de los dos partidos que la representan, uno por factor político y el otro por un peso emocional fuerte que desbanca lo político, que definitivamente haya que entender y este es otro aspecto muy interesante, de que su entrada a la arena política electoral, no solo trae frescor, sino que por sus elaborados éxitos propios siendo vicepresidenta y ni hablar como primera dama, seguro que una alta cuota de mujeres y feministas de oficio la apuntalarán en sus expectativas, al tiempo que su fuerte como positiva experiencia en materia de política social y desde que fuera tres veces primera dama, le otorgan una indudable ventaja comparativa, que no dudamos sabrá emplear y manipular.

Estamos diciendo y para que se nos entienda, que quienes erradamente entiendan que la dama no tiene fortaleza, apoyos y recursos propios, perfectamente que podrían encontrarse y cuando se llegue a enero de 2023, con una precandidata presidencial de apoyos tan decididos, con la que todo el espectro político deberá pactar y acomodarse al entorno que semejantes pactos pudieran crear.

Mientras tanto y de cara al gobierno y a las pretensiones electoralistas de quienes ven en el presidente Luis Abinader una posibilidad firme para retener el poder, este debería tener en cuenta este solo hecho, que de entrada y nadie dentro de la población, objeta a Margarita y que todavía en los barrios de nuestras ciudades, pesa la profunda labor social que en los tres periodos de su esposo y los dos del expresidente Danilo Medina Sánchez, ella protagonizó y de una manera estelar.

Abierta la carrera electoral y si se quiere, supuestamente a “destiempo”, quien ahora mayores esfuerzos deberá emprender, será el mismo presidente Abinader y no solo porque Cedeño de Fernández le está plantando cara, sino porque de ahora en adelante, el mínimo error que el mandatario o su gobierno cometan, se reflejará en sus propias expectativas electorales  y mucho más, cuando Margarita con su entrada al ruedo electoral, le ha quebrado a Abinader el fuerte escudo mediático que hasta ahora este o los suyos entendía imbatible y por una sola razón, los barones mediáticos tendrán que hacer magia para quedar bien dentro de este escenario de dos expresidentes quienes aparentemente, de lejos estarán analizando cada paso de Margarita y un presidente en ejercicio y de ancestros otomanos, que contra lo que se pudiera pensar, al momento del enfrentamiento por el poder, no vacilará en hacer uso de los mismos mecanismos que emplea -sucios y limpios- todo árabe o turco al que se le coloca entre la espada y la pared.

Margarita pues y con su anuncio de aspiración presidencial también ha desatado el infierno para aquellos potenciales rivales y para ella misma. Aquellos porque entendían que su camino al 2024 no contaría con problemas significativos y tampoco sorpresas incómodas y para ella, porque si mentalmente no se prepara para un seguro enfrentamiento de desgaste entre machos rivales y ante una hembra, podría experimentar, que, con su inicio de aspiración sorpresiva, el desgaste de imagen pudiera sobrevenirle de forma brutal. Suerte habría que desearle, además, coraje no le falta y ante lo evidente, el inicio de una precampaña de cara a mayo de 2024,  que también será dura y sucia. (DAG)