El obispo de la Diócesis de La Altagracia, monseñor Jesús Castro Marte, advirtió que el país debe cuidarse de esa falsa cultura que raya casi en la anarquía, porque los fines de semana parecieran que las calles no tienen autoridad.
En la primera misa celebrada este día de la Virgen de la Altagracia se quejó de que las cuestiones de orden público son un relajo, ni los ayuntamientos ni nadie garantiza un mínimo de tranquilidad.
"La realidad de la violencia, es que, a inicio de año, ya van 11 muertos, hombres y mujeres a causa de la violencia de género" apuntó.
Castro Marte dijo que los dominicanos son alegres, pero donde hay desacato a la ley, no se puede decir que hay alegría, sino anarquía.
En su sermón, expresó que no hay ni debe haber nunca lugar para discriminar a nadie y que tampoco hay sitio para la inversión de valores, la corrupción pública y privada, para el aborto, el maltrato a los animales, a los crímenes ambientales, la violencia y desordenes sociales.
El obispo agregó que como sociedad hemos crecido en muchísimas cosas, pero nos falta un largo camino por recorrer, para hacer el proyecto de liberación nacional, que concibieron los forjadores de esta nación, para que sea una realidad.
Consideró que hace falta una mejor distribución de las riquezas, más inversión en los pobres, una dramática mejoría en las leyes y prácticas de la seguridad social y apostar al despegue definitivo de la calidad educativa.
Castro Marte también refirió que la iglesia repudia todo lo que contradiga la identidad de pueblo creyente, trabajador y solidario y que como iglesia no escapan de las dificultades de este tiempo, pues, también en este tiempo se han afectado las actividades pastorales y religiosas. [Diario Libre-Ojo]