El ser humano es caprichoso por naturaleza. Desde el inicio de los tiempos nos hemos empeñado en elaborar construcciones que traspasan los límites de la imaginación para honrar a dioses o, simplemente, cumplir nuestras banalidades.
Estructuras y procesos gigantescos se han erigido por todo el mundo desde que el ser humano conquistó estos territorios en busca de un nuevo hábitat. Por este motivo, cada lugar del planeta Tierra cuenta con algunas maravillas de distintas edades que consiguen ser la envidia de la zona y que perduran miles de años.
Aunque hayan existido construcciones de todo tipo algunas siempre han buscado la mejora de la vida de los ciudadanos. Otras, en cambio, se han conformado cn demostrar la gloria o poderío de un imperio al resto del mundo, un hecho que todavía perdura hoy en día.
Descubiertas con mentiras o tras la búsqueda incesante de arqueólogos al más puro estilo Indana Jones, muchas de las grandes estructuras históricas todavía se mantienen en pie gracias al trabajo de los amantes de la historia. Las ruinas de lo que fue el Imperio Romano son un claro ejemplo de cómo la conservación permite conocer a fondo todo lo relacionado con las civilizaciones que sentaron las bases de lo que la humanidad es en la actualidad.
Ayer sábado, el Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC) celebró su septuagésima ceremonia de graduación, en la cual se despidió de 911 alumnos que superaron carreras...