Recién hemos visto una fotografía en la que aparece la actual procuradora Miriam German Brito juramentando a una joven profesional, destacada como antropóloga forense y con el cargo de directora del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) y con una bata propia de estar entre casa y no en un acto público al nivel de juramentación en el que se le vió, que, de suyo, lesiona la dignidad del cargo que ocupa.
La procuradora debería de vestir trajes sastre con chaqueta cruzada y preferiblemente de color gris o negro, que le aporten respeto al cargo que ocupa y que refuerce su imagen de servidora pública de inestimable capacidad y nombradía.
Lamentablemente y parece, que como una parte de la prensa le ha hecho creer que realmente ella es una activista izquierdista y feminista a la que todo se le permite, la doctora Miriam German Brito, parece que ha perdido la perspectiva y seriedad del cargo que ocupa y lo que obliga a criticarla y para que conozca, que no todo el mundo está de acuerdo con su forma de vestir.
Está actuando como si fuera un abogado postulando en un tribunal, pero sin camisa blanca y tampoco corbata negra y traje oscuro y que obligaría al presidente del tribunal a bajarle de estrados. Esperamos que la magistrada tome nota de lo que estamos diciendo, pues no tiene derecho a presentarse como si fuera parte de quien vive en un barrio periférico en las ciudades, de esos alofoke que ahora tanto abundan gracias a la terrible inversión de valores morales que hay. (DAG-OJO)





