Ahora que hemos visto los penosos incidentes en Países Bajos donde fanáticos antisemitas, agredieron abusivamente a hinchas del partido de futbol de Israel que jugaban en la antigua Holanda, nos damos cuenta de que República Dominicana y su pueblo, no solo que nunca ha agredido a nadie judío, sino que abiertamente abrió sus brazos para recibir al pueblo judío y justo en el momento que Israel era sometido a la bárbara y terrible persecución nazi de los años cuarenta del pasado siglo y lo más significativo, ocurriendo cuando la mayoría de las naciones les negaban apoyo.
En este sentido, quien escribe y como descendiente de dos familias judías de origen sefardita, Gómez y Jorge. Lo menos que podemos decir y cuyos ancestros vinieron en el primer y segundo viaje del descubridor de América, es que sus descendientes de 20 generaciones posteriores y quienes para el 1608 ya tenían uno de los suyos, Diego Gómez de Sandoval de la Cerda. Conde de Saldaña, como gobernador que sustituyó a Antonio de Osorio, nos sentimos orgullosos, de ser nacionales del único país en el planeta cuyo pueblo no persigue judíos y que sin duda y junto a su hospitalidad y buen corazón, es la mayor prenda moral que tenemos los dominicanos.
Lástima que la mayoría de los políticos y gobiernos y con la excepción de los de la Era de Trujillo (1930-1961) han sido reacios a entender a Israel dentro del mismo espíritu de aporte y colaboración y también agradecimiento, que esa nación tiene para los dominicanos y por eso duele ver como los politicastros que tenemos, recelan de Israel y hasta le tratan con reticencia. (DAG-OJO)