Rusia. ¿sin comunismo ni democracia y sola con Putin? ¡Hay que ver y estudiar las secuelas! Y los dominicanos ojos avizor.

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Desde que en aras de su seguridad nacional y su supervivencia como nación, la Confederación de Rusia aceptó que su presidente, Vladimir Putin y como zar moderno decidiera lo de la invasión de estos días a Ucrania y de la que ya en setenta días y pico, la humanidad ha visto asombrada como lo que se creía una expedición punitiva de corto tiempo, se ha convertido en una lo más parecido a una guerra de desgaste, mientras que “las democracias occidentales” proveen de armas y logística tecnológica y de asesoría estratégica a la nación invadida y dizque para que pudiera defenderse. Es imposible dejar de entender, de que, por uno u otro motivo, la humanidad está a las puertas de una conflagración mucho mayor y de absoluto riesgo para todos y como no se había visto desde el término de la Segunda Guerra Mundial.

Ahí se tiene lo nuevo, de cómo EEUU y la UE hacen todo lo imposible por tratar y desde lejos, que Rusia pierda la guerra, mientras con extraordinarios bríos diplomáticos y de promesa militar, instan a Finlandia y Suecia a que abandonen su pensada neutralidad motivada por la geografía y tomen la iniciativa de entrar como miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) con cuyo paso, sin duda que Moscú reaccionaría de inmediato abriendo otro frente de guerra y ante lo cierto, de que Occidente quiere a como dé lugar, no simplemente arrinconar a la nación eslava dentro de sus fronteras, sino que de ser posible, destruirla  militar y económicamente.

A nuestro modo de ver el escenario bélico, lo que entendemos, es que Occidente da el paso, prevalido de creerse que las Fuerzas Armadas rusas no son el gigante que se las suponía y tomando de ejemplo la destrucción del convoy de 65 kilómetros de largo que penetró el territorio ucraniano y que fuera destruido y sus tropas masacradas gracias a la asesoría militar estadounidense e inglesa a favor de los militares ucranianos y lo que necesariamente no es el mejor de los argumentos, viendo como el ejército ruso continua en su lento y firme avance letal.

En base a esa sorprendente situación y de la que tarde se dieron cuenta en el Kremlin de que habían sido pillados y agarrados en falta y dado que su unidad de jaqueadores no pudo neutralizar a tiempo el cruce de informaciones que la inteligencia aliada proveía a Ucrania y de ahí el tremendo resultado militar tan catastrófico en ese momento y lugar para el ejército ruso, que ya no se pueda dudar, que si las dos naciones nórdicas dan el paso pro OTAN, que sea imposible no entender, que se estaría, no frente a una simple conflagración y sí a las puertas de una guerra de amplio alcance y básicamente nuclear y si llegara el caso, también aeroespacial.

Lo que obligaría, a que las demás naciones y pueblos tengan que plantearse la disyuntiva, de quedarse de brazos cruzados o de también tener que luchar por su propia subsistencia y sobrevivencia como lo está haciendo Rusia y lo que parecería, que en Occidente no se quieren dar cuenta y menos en EEUU, donde está visto que el presidente Biden no calcula, que, si su país y en el hipotético escenario de que hablamos, saliera perdidoso, su futuro como presidente quedaría a las puertas de un juicio político o impeachment.

Ni hablar, que si el escenario de guerra se amplía hacia umbrales realmente de tragedia humana compartida. En naciones del tercer mundo y tanto las de economías emergentes como República Dominicana o subdesarrolladas y como son las mayorías de las naciones tercermundistas, la segura situación de devastación debido a la ruptura del orden económico mundial terminaría por generar y motorizar una crisis humanitaria descomunal y de hambruna a gran escala y de la que se podría decir, que nada de lo que ahora vemos y está en pie, podría mantenerse.

Por este aspecto, nos permitimos sugerirle al presidente Luis Abinader, que por un momento haga una auditoría interna sobre la realidad económica y financiera que él conoce sin tapujos ni adornos y por ser el jefe de Estado y de Gobierno y de inmediato empiece a proveer financiamiento de ciclo corto y también de mediano plazo a la agricultura y al sistema agro industrial, para que se ejecute un programa de inversiones, que hiciera posible que esta nación no padezca la terrible hambruna que el teatro de guerra propiciaría y esto como mínimo.

 Y esto así, porque toda vez que estalle una tercera guerra mundial, países como este de posición geoestratégica clave y, de hecho, perderían sus soberanías al convertirse en territorios, espacio aéreo y puertos de dominio de EEUU y Occidente. En tanto por el otro lado y precisamente por la anterior situación, la nación estaría convertida en objetivo militar beligerante al verse obliga a ceder su soberanía y mientras al mismo tiempo, a Haití la veríamos intervenida militarmente por tropas estadounidenses y con lo que nuestro sistema político experimentaría una sacudida tan tremenda, que habría que rogarle a Dios que el gobierno y las instituciones quedaran en pie.

Contrario a esta cruda realidad, llama la atención, como los medios de prensa y tanto dominicanos como del resto de los países y como si asistieran a un circo, aplauden e incentivan los aprestos guerreristas y concomitantemente, imponen una pérdida terrible de la libertad de prensa como de la libre información y sin aceptar para nada la libre disidencia  y ni hablar de sus aprestos de contrapropaganda, noticias falsas y desinformación y con lo que el espíritu bélico se agravaría niveles mucho mayores de los que ya se encuentran y como estamos viendo, que la verdad y como nunca antes, realmente se ha convertido en la primera pérdida grave dentro de la guerra propagandística, por lo que con tiempo haya que advertir y para que se tomen en cuenta las providencias de lugar.

Desde luego, nosotros escribimos como dominicanos y en función del análisis político de Estado y tratando de manejarnos lo más objetivamente posible y sin permitir que la emoción o el nacionalismo extremo conspiren contra nuestro ejercicio profesional de la libertad de prensa y fundamentalmente, tratando de que las tensiones disminuyan y que nuestra patria salga lo menos lesionada posible de la conspiración guerrerista y diplomática que la ONU es incapaz de impedir o de parar en seco a la OTAN y su afán suicida de querer destruir a la humanidad y que es lo que al final quedaría, de persistir EEUU y la UE en querer sacar de las naciones principales del mundo y por su economía y desarrollo, a Rusia y China y el resto de los países que constituyen el BRIC.

Porque, en definitiva, ¿qué nos importa que Rusia se mantenga sin comunismo ni democracia y solo con Putin, cuando la nación rusa y desde antes de los zares siempre ha sido manejada verticalmente y sus pueblos y por milenios así lo han aceptado e incluidos la mayoría de los asiáticos? Nuestra recomendación pues y si se nos pidiera, sería, no solo la de estar ojo avizor, sino la de observar lo necesario, de que República Dominicana y ante escenario tan difícil, se maneje con tacto y mucha prudencia y dentro de lo posible, auto preservándose en su propia soberanía, por lo menos ante lo que las circunstancias le permitan y esto así, porque y de cara a nuestros intereses permanentes, el Gobierno Dominicano, no puede ser ni mostrarse vasallo total de Washington. Y lo que tampoco a orillas del Potomac se lo agradecerían o tendrían en cuenta. (DAG)