Algunas personas dicen que el plato estacional de mayor tradición dominicana, las habichuelas con dulce, es una marca país y no tiene sentido comerlas, fría o caliente, fuera de Semana Santa, período en el que se más se consume ese alimento hecho con frigoles rojos.
Sin embargo, pocos dominicanos conocen el verdadero origen de las habichuelas con dulce. ¿De dónde viene? ¿Cómo nace? ¿Quién las inventó?
El origen de las habichuelas con dulce viene de patrones culturales novedosos. Lo que se sabe hasta ahora es que se relaciona con la presencia francesa en la isla de Santo Domingo. El dato lo aporta Dorvo Soulastre, un militar francés que vino a Santo Domingo acompañando al general Hédouville el 27 de marzo de 1798.
Entre los franceses que emigraron a Santo Domingo español, Soulastre conoció a Francois Delalande, quien introdujo la costumbre de comer legumbres o frijoles, posible origen de nuestras habichuelas con dulce.
Delalande llegó al país por una tragedia familiar. Vivía con su mujer e hijos en Fort Dauphin, Saint-Domingue, donde tenía una pequeña finca de legumbres.
Durante la Cuaresma, algunas personas deciden optar por una alimentación libre de carne y grasas, por lo que este alimento sirve como alternativa ideal para disfrutar un momento agradable con los hijos, vecinos y demás familiares.
Su elaboración varía dependiendo de los gustos de quien las prepare. Sin embargo, los elementos para prepararla son fáciles de conseguir, incluyendo habichuelas, leche evaporada, leche de coco, batata, pasas, galletas de leche y canela, permitiendo que la familia se reúna para elaborar este tradicional plato, dando como resultado un postre dulce y suave.
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Los dominicanos disfrutan de sus habichuelas con dulce de muchas maneras, servidas como postre en el almuerzo o cena, o como una merienda deliciosa en cualquier momento del día. Algunos, incluso, la utilizan como ingrediente en otros platos como pasteles y batidos.
Su preparación requiere paciencia y habilidad, cocinándose a fuego lento con canela y clavos de olor hasta que estén suaves.
Luego se mezclan con leche, azúcar y otros ingredientes como pasas, batata, etc., para crear una mezcla cremosa. Una vez listas, se dejan enfriar, y se complementan con las imprescindibles galletas de leche de siempre.
Aparte de reunir amigos, vecinos y familiares, este importante plato de la gastronomía dominicana también dinamiza la economía, ya que para lograr este delicioso postre, se ve involucrado el sector de agricultura y ganadería de manera activa a través de sus ingredientes.
Las habichuelas con dulce, sin duda, siguen siendo una insignia en la gastronomía local y su preparación involucra a toda la familia, fomentando el orgullo patriótico y la preservación de las recetas ancestrales que forman parte de nuestra identidad.
Fuente: Hoy
