Por eso y a resulta de esta realidad tan objetiva que ya todos los dominicanos en capacidad de votar entienden, nunca se debió aceptar que las dos pasadas elecciones fueran una muestra desagradable de como se escamotea la verdad a la atrapada opinión pública, de como se fragua un golpe de estado mediático y de cómo los poderes alzados contra el sentido común, la razón y el derecho, imponen y por encima de la mayoría, el tipo de gobernanza falsa y despótica que ahora los dominicanos conocemos como la desconcertante etapa gubernativa del PRM.
La prueba de esta realidad se tiene en la forma nada correcta de que, en base a una propaganda alienante, toda una nación es embaucada y una aparente opinión pública adormecida por la corrupción y el estado de necesidad, cedió ante el ímpetu arrollador de periodistas propagandistas de pacotilla y para colmos agentes extranjeros con el objetivo de desarticular a la nación.
Precisamente por esto es por lo que tenemos un gobierno de embaucadores y al frente un gobernante, que por no ser auténticamente dominicano y si uno de tercera generación compuesto por dos corrientes distintas de inmigrantes. Una árabe y la otra haitiana, muestra esa forma tan chocante de dizque sentirse dominicano, pero atropellando la esencia cierta de la idiosincrasia y nacionalidad dominicanas.
En este punto, no es un gobernante o un gobierno auténticamente dominicano y lo que se comprueba, con la imposición de esa brutal actitud de favorecer las entrada indiscriminada de haitianos ilegales y como mecanismo de refuerzo para que en poco tiempo y con unos dominicanos aturdidos por la enajenante propaganda de afectación de la nacionalidad por medio de la entrada indiscriminada de ilegales haitianos, de pronto y en menos de cinco años, han sido creados bolsones de zonas pobladas únicamente por haitianos y para remate absolutamente ilegales a los que la fuerza pública protege mientras al ministerio público, se les hace entender que no deben perseguir.
Decir entonces, que, ante nuestras propias narices, a los dominicanos el mismo gobierno plutocrático estuviera decidido a robarnos nuestra nación, no sería en lo absoluto una fantasía y sí que es parte de un hecho real.
Y aquí se presenta el gran contrasentido, de que mientras las generaciones antes de los años sesenta eran genuinamente dominicanistas y defensoras de su patria y nacionalidad, estas de estos últimos sesenta años y en su mayor parte, actúan con una inconciencia tal, que por lo que se está viendo y si no hay un fuerte movimiento contestatario de opinión consciente, antes del 2028 el gobierno plutocrático del PRM y Abinader, habrá logrado que a este país y política y administrativamente, se le enfrente a la probabilidad de ser un estado compartido entre dos nacionalidades.
En este sentido, es brutal lo que está ocurriendo con este plan de desnacionalización y originado por el pasado gobierno estadounidense de Joe Biden y el que, mediante su mecanismo de ayuda humanitaria, antes, Alianza para el Progreso y ahora, USAID. Impuso la llamada agenda 2030 dirigida a desarticular la vida nacional desde la raíz única de la sociedad: La familia compuesta por un hombre y una mujer y a la que públicamente el presidente Abinader se adhirió.
Al el interin, vemos como el gobierno plutocrático de Abinader y el PRM, utiliza masivamente los fondos públicos destinados a la construcción de infraestructuras y desarrollo económico y con el propósito, por un lado, de darles capital de trabajo a unos ricos empresarios que se han levantado, no por sus propios esfuerzos, sino a través del saqueo organizado que el gobierno tiene para que disfrazados de subsidios, otorgarle capital de trabajo a la alta burguesía y en lo que ya lleva más de 385 mil millones de pesos en subsidios, en tanto por el otro, utilizar el presupuesto nacional para crear una dependencia del ciudadano y básicamente de a pie o de clase media pobre y como parte del sistema de empleomanía civil y lo otro, de la abrumadora distribución de dinero con el pretexto de ayudas sociales, pero con el objetivo de convertir a los ciudadanos en individuos sin voluntad y quienes por su estado de necesidad serán capaces de hacer todo lo que el gobierno quiera.
De esta forma, Abinader y empeñado concienzudamente, lleva a la población hacia un derricadero amoral tan pronunciado, que cuando el régimen aseste el golpe final para que la nación dominicana sea fracturada al completo y no exista voluntad alguna capaz de oponerse, el hecho consumado nos revelará y señalará a todos, como los traidores por omisión y cobardía frente a nuestra misma nación.
La encrucijada que se tiene pues, decididamente que no es poca y como el brazo mediático de los ricos es el instrumento ejecutor para la destrucción de la nacionalidad dominicana y la prostitución de la población mediante los lupanares mediáticos en la parte de la población dominada por las redes sociales que el gobierno controla, es la otra vertiente de esta política tan decidida a destruir nuestra nacionalidad, parecería que y definitivamente, que Abinader podría salirse con la suya, dé y por lo menos, desarticular la vida nacional y al tiempo de dar oportunidad para que en muchas áreas del territorio nacional continúen apareciendo suburbios totalmente entregados a la población flotante haitiana (ilegal) y que cercanos unos de otros, facilitarían las cosas y para que llegado el momento, reclamarlos como propios de Haití y que es una situación, que por lo visto, solo nosotros y los miembros de la Fuerza Nacional Progresista (FNP) somos los únicos que desde años atrás nos hemos dado cuenta y hemos estado alertando sobre la ominosa probabilidad.
A todo esto, la gran pregunta es o debería de ser, si los dominicanos de a verdad, permitiremos que nos roben nuestro país y nos convirtamos en una minoría en la propia patria y porque Abinader, en su cumplimiento de la agenda 2030 haya logrado el objetivo que se obligó con la USAID. Creemos que debe haber una respuesta nacional que pare está política tan abusiva de destrucción y desarticulación de nuestra nación y de ahí, que lo expresemos y en muda protesta ante la cobardía de tanta gente que todavía se atreve a nombrarse e identificarse como dominicanos.
Obligándonos a recordar, que, si en el 2020 o en el 2024 no se hubiese escondido o distorsionado la verdad, hoy no hubiese habido supuestas razones para que el PRM se instalara en el poder y lo secuestrara y que es lo que está ocurriendo y para destruir nuestra nación. Con Dios. (DAG) 09.03.2025
