Decididamente y si Abinader quería un debate público amplio sobre las opiniones subjetivas de todo el mundo y mediante las cuales, y con el escándalo subsiguiente distraiga a la atrapada opinión pública respecto a los problemas nodales que su gobierno ha sido incapaz de resolver, entonces hay que decir que el presidente logró con creces su objetivo.
Ya nadie habla de la preservación del estado de derecho y el respeto desde el gobierno a las normativas constitucionales, sino en lo morboso de todo individuo subdesarrollado mental, respecto a qué artículos de ese código, que es un arma de destrucción masiva de las libertades públicas y que ese congreso de pusilánimes y lameculos, dizque aprobara y sabiéndose, que la mayoría, ni leyó los cuatrocientos y pico de artículos que contiene y solo estaba atento a las canonjías que recibirían por aprobar una herramienta seudo legal de extorsión, chantaje y amenaza expedita del poder contra la libre opinión.
Es, al contrario, ahora esos corruptores y corruptos funcionarios públicos se encuentran felices, porque y junto a los del Poder Ejecutivo como los del Poder Judicial, todos han obtenido y en principio, un escudo de inmunidad e impunidad para todos los desafueros que cometan o que cometen.
Debido al despropósito, los que son ladrones y saqueadores del Estado u ocupan cargos de elección directa gracias al financiamiento del narcotráfico y la corrupción política y empresarial y su añadido de sicarios al mejor postor, baten palmas y al entender y ligeramente, que los medios de comunicación y de información de masas, tradicionales y digitales van a meterse en miedo y ni que decir periodistas y comunicadores.
Incluso, ya mismo, un fuerte grupo de sicarios de la pluma, la radio, la tele y redes sociales con sus canales en you tube, han comenzado a especular sobre los alcances de las sanciones que el seudo código ha registrado y con el propósito avieso de que todo el mundo se meta en miedo y sus lenguas se oculten en sus bolsillos.
Visto ese desenvolvimiento y sabiendo que en el aparato de propaganda gubernamental se están emitiendo directrices dirigidas a manipular y condicionar las mentes más débiles y precisamente para que cumplan con el objetivo de meterle miedo a las ciudadanía, entendemos, que como nunca antes, lo mejor de los ciudadanos y si se entienden como tales, deben plantarle cara al gobierno y testimoniar viva y públicamente un rechazo frontal a un código hecho en las oficinas de la consultoría jurídica del Poder Ejecutivo y no en los hemiciclos legislativos y que hubiese sido lo correcto.
Por lo tanto, se trata de un seudo código ilegal e ilegitimo que de manera tan grosera atenta contra el estado de derecho. Con razón, que, en su rueda de prensa semanal de ayer, Abinader le era tan difícil mantener la serenidad de espíritu y no estallar de alegría y al comprobar, que ya él ha sido elevado a la innoble categoría de presidente-dictador dueño de la concentración de poderes públicos en su sola persona.
Y de ahí su penoso y atrevido argumento de que el código supuestamente anterior y porque ojo, estará vigente hasta agosto de 2026, permite que los delincuentes salgan a corto tiempo de las cárceles y sin puntualizar, que quienes tienen ese dudoso privilegio, son los funcionarios públicos que delinquen y los narcotraficantes o los empresarios que tienen sus cuadrillas de sicarios “para equilibrar el mercado” y ni hablar de los miembros de la partidocracia, todos ellos saqueadores de los presupuestos públicos y por más de 300 mil millones de pesos desde el 2020 a la fecha.
Obsérvese y esto, a favor de estos argumentos, que por lo menos hasta ahora, ninguno de los tres expresidentes ha emitido opinión sobre el particular, mientras sus partidos sí que apoyaron la nueva ley 74-25 y lo que habla testimonialmente de su doble moral e incapacidad e incompetencia casi congénita para entendérseles figuras públicas nada decentes y reafirmando sus lastimosas condiciones de exgobernantes patrocinadores de un estado fuerte y el que ahora es condición que aparentemente ha adquirido Abinader.
A despecho de ese posible criterio, este medio insta a nuestros lectores y a la audiencia electrónica en you tube, a que protesten virilmente por el grosero atentado perpetrado por la partidocracia y con tal de que el sistema democrático sea retrotraído hacia un clima de estado policial, propio de una dictadura y alimentado por un gobierno autoritario y un partido oficial mucho más totalitario si cabe.
Según la ladina opinión del aparato de propaganda gubernamental y emitida al anunciarse la promulgación de la ley 74-25, de que supuestamente, el neocodigo «se erige como una pieza clave para la protección de los derechos de las personas, el fortalecimiento de la seguridad ciudadana y la persecución efectiva de los delitos», cuando en realidad, se trata de todo lo contrario, de que Abinader ha impuesto una cortina de hierro que separe a los ciudadanos, convirtiéndoles en súbditos. Por eso nuestra oposición es radical contra el seudo código promulgado.
Y de ahí, que a la parte sana y noble del empresariado, le vamos a dar un consejo: Que en la medida que Abinader afirme y afinque su dictadura, en base a su seudo código, su propaganda y su herramienta personal desde el Consejo Nacional de Competitividad, dividirá y enemistará más y por rivalidades aumentadas, a los competidores de la parte sana y noble del empresariado y la banca a la que nos referimos, por lo que sin demora, aún estos tienen tiempo y dentro de sus medios, periodistas y comunicadores y uno que otro independiente a todos, de crear una plataforma mediática que sirva de contrapeso a los medios, dueños de estos, periodistas, comunicadores e influenciadores que están bajo la férula del aparato de propaganda y como el único modo de evitar, que antes de tres meses, es decir, a noviembre que viene, Abinader imponga su dictadura y sin máscara alguna y apoyada por su grupo de Santiago y con Estrella y Castellanos a la cabeza y lo que tratará de ocultar en su discurso de Estado a mediados de este mes.
Este clamor pues, va dirigido a tratar de hacer conciencia de que sí, es cierto, que no hay una ley perfecta. Pero sabiendo los errores que contiene, una persona cívicamente responsable haría por enmendar las faltas y yerros y preservar el espíritu de unidad nacional de cuando una ley es equilibrada, equitativa y justa y que no es el caso con el Código Penal autoritario de ahora. Con Dios. 05.08.2025
