Si la reelección constitucional se ganará en base a corrupción. Mejor sería que Abinader le ceda el puesto a otro y espere cuatro años luego

0
252

No obstante que se conoce, que los indicadores más cercanos a la realidad política nacional preelectoral apuntan al buen posicionamiento que en líneas generales el presidente Luis Abinader tiene y como perspectiva optimista para repetir en el cargo, también no puede dejarse de lado, el hecho, de que parecería que dentro del PRM hay una cierta tendencia del todo o nada y sin importar violentar la ley y en aras de que el oficialismo se quede en el poder y sin importar como.

De esto comprobarse, muchos entienden, que el primer mandatario debería de sopesar el delicado riesgo que le significaría, si al ser él un político y presidente que hasta ahora nadie puede señalarle como si fuera un presidente corrupto y corruptor, se permitiría la osadía de ir hacia una reelección constitucional en base a una distorsión absoluta de su afamado quehacer moral, de ser un gobernante que no practica y tampoco alienta conductas o políticas de corrupción y para tratar de imponerse sobre sus adversarios.

En este sentido y sin pretender dar lecciones de nada, solo observando determinados parámetros en los que políticos inescrupulosos hasta ahora han sustentado sus reclamos continuistas, que parecería, que dentro del PRM hay una cierta tendencia de que se continúen las malas prácticas corruptas de gobiernos pasados y en específico del PLD y del PRD y lo que desde ahora hay que advertir, toda vez que si semejantes inconductas se vuelven a practicar y arraigan, el único que perdería de plano, sería el presidente Abinader, quien de golpe, vería afectada su pulcra imagen de presidente de moral integra y conducta decente.

Desde luego, Abinader es un hombre de 56 años, lo que significa, que, en caso de no ir a la reelección constitucional, perfectamente que podría esperar llegar a los 61 años en el 2028 y lanzarse de nuevo a una campaña presidencial menos cuestionable.

Solo hay que ver como los principales funcionarios de su régimen y los activistas de su partido, se han lanzado y con un frenesí casi preocupante, a reclamar que la mayor cantidad de empleados públicos abracen el continuismo o que en base a dadivas y ayudas “sociales”, un amplio sector poblacional vea con simpatías la continuidad en el poder de Abinader y el PRM.

Nosotros, simplemente nos limitamos a ofrecer las salvedades que entendemos correctas y que puedan ser planteadas y no precisamente porque se aspirara a que el PRM no continue en el poder a partir de febrero-mayo 2024 y sí a que se hagan las cosas bien y ajustadas a Derecho y a modo, de que, si al final la reelección constitucional generara las simpatías suficientes, el presidente y su partido retengan el poder en buena lid y no en base a trampas y mañas.

¿Por qué hay que advertirlo?, porque los 800 mil dominicanos que son parte de la empleomanía pública, es decir, hablamos de un conjunto de ciudadanos entre 3-5 millones de personas que potencialmente deberían de votar a favor del oficialismo, estos deberían saber que hay y esto, de acuerdo a las pasadas elecciones del 2020, en las que entre un 35-45 por ciento de votantes se abstuvieron de concurrir a las urnas y lo que significa, que no menos cuatro millones de potenciales electores no pertenecientes a la empleomanía pública no votaron y que de repetirse o agravarse la abstención, ningún candidato presidencial o vicepresidencial de gobierno u oposición, podría garantizarse un triunfo seguro o aplastante.

Y de esto suceder, digamos, que el partido que gane lo haga por un mínimo de dos millones de electores frente a cuatro millones que se abstuvieran o no votaron a su favor, resultaría, que el gobierno nuevo sería uno legal pero no legítimo y que para nada garantizaría, una ni siquiera aceptable gobernabilidad.

Así se tiene y pensando en tal probabilidad, que entendamos, que quien aspire a ser presidente del país para el periodo 2024-2028, debería interesarse, sino en ganar aplastantemente, sí hacerlo lo más limpio posible. Sobre todo, cuando para las elecciones próximas, existe un inquietante nuevo factor, de un nicho de no menos 300 mil retirados estadounidenses de origen dominicano y que viven en el territorio nacional y quienes al votar, afectarían sensiblemente la pureza de los resultados electorales y con el pretexto tan maleado de la “doble nacionalidad”.

Hasta ahora, nuestros políticos y al ser la generalidad tan inescrupulosos, nunca les ha preocupado el voto ilegal y menos, de aquellos estadounidenses de origen dominicano que son susceptibles de que el Departamento de Estado les ordene por quién votar y como manera injerencista estadounidense, de lograr, que abiertamente el Estado Dominicano quede controlado “por trasmanos” por EEUU y no en apariencias como sucede ahora y en calidad de estado vasallo.

Al tomar en cuenta todos estos factores de presión tan inquietantes y existiendo una mayoría nacional de mucho mayor madurez política y cívica que las anteriores, que necesariamente haya que realizar estas puntualizaciones y como alerta temprana para que después no se caiga en el asombro y el subjetivismo tan propios de esa pequeña burguesía trepadora, capaz de todo con tal de ir hacia adelante y sin importar como y dada a reaccionar tan irreflexivamente, al perder.

Si esto se quiere comprobar, solo hay que ver el actual proceso eleccionario en Turquía, en el que la mayoría de las encuestas coinciden, respecto a que ni el candidato oficial y tampoco los otros tres de la oposición, no tiene frente así ninguna victoria fácil y lo que se verá mañana domingo 14, después de una más que agitada campaña electoral de noticias falsas e imputaciones gratuitas, en tanto hay un fuerte segmento abstencionista que podría provocar un vuelco imprevisto a los resultados electorales.

Por lo pronto, el estilo turco de injurias y difamaciones a gran escala, que aquí también es utilizado por nuestros políticos, perfectamente que podría ser determinante para torcer y manipular la voluntad de los electores y el que de acuerdo a uno de los candidatos, que se retiró ayer: "He sido [difamado] a través de documentos falsos, coches que no poseo, personas con las que no tengo relación, vídeos en los que no aparezco, vídeos trucados a través de vídeos porno obtenidos de un sitio web para adultos israelí" y que llevado a la política dominicana, solo hay que cambiar el intervencionismo israelita por el estadounidense y se tendría un escenario más que perturbador.

Teniendo pues todo lo anterior en cuenta, es que planteamos, que si la reelección constitucional se ganará en base a corrupción. Mejor sería que Abinader le ceda el puesto a otro y espere cuatro años luego. (DAG) 13-05-2023