El mundo de la cultura pide el voto para la izquierda. Toda la cultura, parece, lo pide, si nos atenemos a los titulares. En bloque, sin fisuras. Todos a una, como Fuenteovejuna. «¡A las urnas! Un voto por la cultura», claman esos intelectuales que conforman el mundo de la cultura. Y si la cultura es ellos, por la más elemental aplicación de la teoría de conjuntos, el resto no lo es.
Les sugiero que hagan un pequeño diagrama de Venn para visualizarlo fácilmente. Así las cosas, y para que ustedes, que, como yo, no son del mundo de la cultura, puedan hacerse una idea rápida de lo que es la cultura hoy y lo que no lo es, vengo hoy a la tecla: no pertenecerían al mundo de la cultura, por ejemplo y sin ir más lejos, porque no aparecen en el manifiesto y en ese manifiesto están las firmas que componen el mundo de la cultura, ni una más ni una menos,
Fernando Savater, ni Félix Ovejero. Ni Arturo Pérez Reverte. Fuera se quedan Francesc de Carreras, Andrés Trapiello, Félix de Azúa, Miguel Barceló, Arcadi Espada, Albert Boadella. Fuera Manolo Valdés, Juan Manuel Bonet, César Antonio Molina, Augusto Ferrer-Dalmau, Eduardo Mendoza, Antonio Gamoneda, Antonio López. Tampoco Pitingo, ni Alaska, ni Mario Vaquerizo, ni C Tangana formarían parte de la cultura.
Por tanto, no se trata de todo el mundo de la cultura, y así lo demuestra, al menos, Savater, quien en sus redes sociales es bastante activo y expresa lo que piensa con absoluta sinceridad. El filósofo no duda a la hora de afirmar vía Twitter que "El gobierno de Sánchez es el peor desde la Transición". Asimismo, el pensador arremete contra el uso de la palabra "fascismo", escribiendo que "el fascismo consiste en romper las urnas, no en respetarlas. Fascistas son los que salen a la calle a manifestarse cuando son elegidos quienes no les gustan".
Con esto, y para dejar claro su posición ante quienes piensan que toda la cultura está con Sánchez, Savater publica el siguiente mensaje: "Lo asombroso es la gente que ve a esta izquierda que se apoya en Bildu y los separatistas catalanes, que apoya leyes inefables, y te pregunten ¿cómo no está usted apoyando esto? Pues porque esto es una mierda, hablando muy mal y pronto. Una cosa es ser progresista y otra ser imbécil", zanja el filósofo. Por: Sofia Campos y Rebeca Argudo [La Razón]