Un extraño caso mediático de supuesta violencia sexual contra una joven que evidentemente había iniciado su vida sexual rápido y muy aprisa y detrás, un ministerio público instigador

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No se entiende el por qué las autoridades del ministerio público han presionado a las otras a cargo de rendir informes forenses sobre muertes extrañas y cuando por lo poco que se ha dejado trascender y por el alboroto de aparente ruptura de vestiduras de los familiares de la fallecida, se trata más de una situación de libertad social ligera que porque algún maltratador sexual hubiese hecho de las suyas y a propósito.

Hablamos del caso sexual en el que están involucrados una muchacha acompañante del este del país y quien, disfrazada de estudiante, hacía rato que “volaba más que la pan american” y su aparente profesor deportivo y teniendo de escenario un poblado semi costero en la provincia de La Altagracia.

Recogiendo datos, parecería que la sorpresiva muerte de la agraciada muchacha se debió, de que al ser tan joven y de 16 años, su contextura física y fisiológica no era todo lo fuerte que suponía y por esa carencia, al ser penetrada sexualmente por su vagina con un miembro sexual masculino de tamaño poco común, más los movimientos violentos de placer que acompañan todo acto sexual, produjo horas luego el tipo de desgarramiento continuo que terminó generándole su muerte.

Sobre el asunto, la prensa y actuando como amarillista y ni hablar en las redes sociales, se ha desatado con toda suerte de especulaciones escandalosas, al tiempo que la evidente ausencia de control del hogar, ha generado en la familia una serie de supuestos, que lamentablemente no le han hecho bien ni a la memoria de la muerta y mucho menos a sus padres.

Lo que averiguamos, indica que el Ministerio Público ha vuelto a ser de las suyas presionando a las autoridades a cargo para que rindan un informe forense incompleto y con el solo interés de satisfacer el morbo de muchos y lo que ha motivado, que expertos en la materia adviertan que las evidencias han sido destruidas y que, por lo tanto, el juez a cargo no podrá emitir una sentencia objetivamente técnica. Mientras tanto, ya el supuesto autor del desgarro está siendo visto como “una máquina sexual que hay que conocer” y por eso, detrás suyos hay tantos interesados “en saludarle”. (DAG-OJO)