martes, febrero 11, 2025
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Una inoportuna declaración del director de Indotel y en el caso del supuesto embarazo de una exfuncionaria al que las viperinas ligan al Poder Ejecutivo, ahoga y desnuda a más la impopularidad del gobierno y lacerando sus expectativas

Desconocemos si los políticos se han dado cuenta, de que el calculado silencio y gélido rechazo de las mayorías y a las directrices de la partidocracia y en consecuencia, al gobierno de Luis Abinader que le da expresión y cuerpo, pudieran entenderlo como un rechazo total a una gestión gubernativa que con menos de seis meses de iniciada, dentro del ánimo popular no muestra un evidente apoyo del que pudiera decirse que el gobierno va con rumbo y aprobación.

Lo que en cambio sí existe, es una dura reprobación a la política policiaca represiva, establecida con el pretexto de acabar con los ruidos en las calles, pero dirigida directamente a afectar la economía popular y de la forma significativamente más dura como abusiva.

Al mismo tiempo ya el gobierno no esconde y el PRM menos, que sus funcionarios van a la carrera pretendiendo imponer una cortina de silencios que oficialice la represión política y policial más dura contra la libre expresión y difusión del pensamiento e iniciando pasos concretos para “regularizar” las libertades de prensa, información, conciencia y disentimiento y tanto, que ya hay indicadores, que muestran la tonta actitud gubernamental de reprimir a como dé lugar las críticas de los ciudadanos.

Y como si fuera poco y como ayer se vio en la eucaristía practicada en Higuey, en la catedral de Nuestra Señora de la Altagracia y directamente por la homilía pronunciada por su obispo y al que todo el mundo entiende con el calificativo del “obispo de Abinader”, de como ese sacerdote justifica la política policial de represión ciudadana y en alarmante demostración, de que por lo menos, una parte de la curia católica se encuentra totalmente de espaldas a la población.

Porque el asunto no es que un cura y que por demás sea ciudadano dominicano, no tenga derecho a pronunciarse sobre la inquietante situación política y social que se vive y mucho menos, que no tenga derecho a parcializarse de forma desvergonzada con el poder represivo del Estado y en este aspecto, el obispo mencionado, Castro Marte, es libre de decir lo que le plazca.

Sin embargo, con todo y su derecho ciudadano a opinar sobre los asuntos propios de ciudadanos, este obispo, también debería cuidarse de respetar a los ciudadanos que no aprueban su entregada forma de ser y actuar y con un gobierno que hace rato que perdiera el apoyo popular más significativo.

Si lo anterior lo tenemos muy en cuenta, es evidente que debió tener el cuido de no ser “más papista que el papa” y por lo menos, haber guardado las formas, frente a una convivencia que cada día se aleja más y más y en una nación, donde tantos dominicanos entienden que su presidente debe de ser cuestionado moralmente.

Sobre este punto y ya que se está en materia de política moral religiosa y para decirlo de alguna manera, de buenas a primeras y a razonamiento a contrario, se entendió y por la curiosa defensa que el director de Indotel hiciera en una rueda de prensa, un individuo que no se caracteriza por ser nada religioso o pendenciero de convento y quien asume, que los rumores que dan al presidente Abinader como el responsable del estado de gravidez de una hasta hace poco funcionaria del Estado, que todo el mundo entendiera y a razonamiento a contrario, de que entonces es verdad el rumor “tendencioso” que corre al respecto.

Claro está, se entiende que si el funcionario Guido Gómez Mazara (51 años) quien de médico o partero no tiene nada, no hubiese tocado el tema y con la vehemencia de como lo hizo, reprobando el rumor en circulación. Ahora nadie estuviera entendiendo que el susodicho se pronunció y porque en su yo entiende, que como funcionario subalterno debía de hacer su aporte para sacar de la picota pública el fuerte cuestionamiento moral que se esparció en los corrillos políticos y en las redes sociales con la fuerza de un huracán.

Nosotros en cambio, no creemos que el rumor sea sostenible y por la sencilla razón, de que solo nos ocupamos de asuntos públicos de los políticos y figuras públicas y casi nunca de los asuntos personales o íntimos que en algún momento pudiera atraparles o envolverles. Norma que no respetamos, cuando se trate de una figura pública, que al no tener vida privada y debido a sus actividades “extracurriculares” tan públicas, sea susceptible de que se le critique.

Mientras tanto y por lo expresado por Gómez Mazara, que repetimos, fue quien trajo el tema sin que nadie se lo preguntara, lo menos que en el gobierno debería de hacerse, sería, que su aparato de propaganda se refiriera al respecto y aclarara todo lo relativo a este particular.

De paso, este incidente “comunicativo”, debería enseñarles a los funcionarios a no meterse en camisa de once varas y pretendiendo ser defensores a ultranza de otro y que es lo que parece, nunca les habían pedido que lo hiciera. Por eso y cómo Gómez Mazara fue quien puso el espinoso tema, él y no nadie más, debería ser requerido por el funcionario superior que le competa y exigirle una explicación sobre lo dicho.

Consecuentemente, de ahí que señalemos, que una inoportuna declaración del director de Indotel y en el caso del supuesto embarazo de una exfuncionaria al que las viperinas ligan al Poder Ejecutivo, ahoga y desnuda a más, la impopularidad del gobierno y lacerando sus expectativas. Con Dios. (DAG) 22.01.2025

 

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