La Cámara de Diputados anunció este martes la elección de María Elena Vásquez como miembro de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (Procompetencia), en sustitución de Yolanda Martínez, la presidenta saliente.
“Queda aprobado el proyecto de la terna del Poder Ejecutivo para el nombramiento del nuevo miembro de Procompetencia, en ocasión del vencimiento del correspondiente período electivo que finaliza en septiembre de 2021”, leía un mensaje publicado en la cuenta de Twitter de la Cámara Baja del Congreso Nacional.
Asimismo, informaron que sólo un diputado se opuso al nombramiento, aunque no revelaron la identidad del legislador. Al final, la propuesta obtuvo 113 síes en contra de un solo “no”.
Durante las entrevistas de los candidatos, los miembros de comisión permanente encargada de este proceso halagaron el currículo de Vásquez, quien también es hija del ministro de Interior y Policía Jesús “Chu” Vásquez.
Su nominación se produjo por el presidente de la República, Luis Abinader, y por su condición de hija del ministro generó polémica y reacciones contrarias.
Posteriormente fue electa por esta comisión para liderar una terna para sustituir a Martínez, que fue complementada por Fior D’Aliza Alduey y Dangela Ramírez Guzmán.
No obstante, la decisión fue recibida con críticas de nepotismo, a lo que los diputados detrás de la elección justificaron su recomendación asegurando que María Elena era la persona más capacitada para el cargo. [Listín Diario]
COMENTARIO AL MARGEN: Nunca hemos estado de acuerdo con esa sinvergüencería política, de pretender, que si un ciudadano es llevado a un cargo público, sea este de elección o de designación, automáticamente los demás ciudadanos que componen sus familias, ninguno de estos tengan derecho a ser parte de algún otro cargo público, pues cada uno es responsable de sus propios actos y mucho menos se les pudiera tachar de ciudadanos de segundo nivel, porque uno de los suyos llegó a la administración pública en el Estado. Calificar de nepotismo, una regla atentatoria a los derechos individuales de cada uno es un abuso y despropósito que no tiene punto de comparación, pues habla de discriminación y abuso de poder y lo que en una próxima reforma constitucional deberá revisarse. (DAG)