El parqué neoyorquino amaneció este martes con la brisa a favor un cese el fuego entre Israel e Irán disipó, al menos por hoy, el riesgo geopolítico que tenía a los inversionistas con el corazón en la boca, y el precio del petróleo se desplomó hasta los 66 USD por barril, abaratando los costos energéticos para la industria.
Según Yahoo, apenas sonó la campana el Nasdaq avanzaba por encima del 1 %, el S&P 500 sumaba 0,8 % y el Dow superaba los 42 900 puntos. El rebote continúa la racha alcista del lunes, cuando la represalia de Irán a una base de EE. UU. en Catar terminó siendo más suave de lo que el mercado temía.
La tregua, anunciada primero por Washington y luego confirmada por las dos capitales en conflicto, no frenó todos los disparos nocturnos, pero sí calmó la retórica. El presidente Donald Trump proclamó en Truth Social que “nadie resultará herido” y que los cazas israelíes “darían la vuelta” rumbo a casa. Esa señal de contención borró casi cuatro dólares al precio del West Texas Intermediate, que coquetea con mínimos no vistos desde el 10 de junio.
El desplome del crudo mitigó las preocupaciones inflacionarias y reanimó el apetito por la renta variable. Visa, Goldman Sachs y Amazon encabezaban las subidas en el Dow, mientras Chevron y Travelers cedían terreno, fiel reflejo de que el alivio petrolero golpea a los valores energéticos pero oxigena al resto de la economía.
La otra pata del día es la Reserva Federal. Ante el Congreso, Jerome Powell insistió en que el banco central no moverá ficha hasta estar seguro de que la presión de precios sigue contenida, pese a los ataques verbales de la Casa Blanca reclamando recortes inmediatos de tipos. “Estamos bien posicionados para esperar y ver”, resumió el presidente de la Fed en su testimonio.
Para los analistas, la combinación de petróleo barato y paciencia monetaria refuerza el escenario “Goldilocks” que Wall Street persigue crecimiento moderado sin sobrecalentamiento. Sin embargo, la tregua en Oriente Medio es frágil y la campaña presidencial en EE. UU. promete mantener la volatilidad elevada. Si el alto el fuego se rompe o si los datos de inflación de verano sorprenden al alza, el repunte actual podría revertirse con la misma velocidad con la que llegó.
Por ahora, los toros dominan la sesión y se ilusionan con que el Nasdaq alcance antes de julio la cota psicológica de los 20 000 puntos. Pero, como advierte más de un veterano del parqué, “los mercados se alimentan de promesas y se descarrilan con los hechos”. Mañana, nuevos datos de inventarios de crudo y las preguntas más incisivas del Senado a Powell pondrán a prueba si este rally tiene gasolina suficiente o solo es un respiro momentáneo.
