lunes, junio 17, 2024
InicioDe aquí y de allá¿Y en qué clase de sociedad nos hemos convertido, que ahora hay...

¿Y en qué clase de sociedad nos hemos convertido, que ahora hay indigentes sociales que en horas de las madrugadas asesinan conductores de vehículos y transeúntes?, ¿tanta es la inversión de valores morales que nos ahoga?,¿Qué caminos tenemos, el estado de sitio?

Vergüenza debería darnos a los dominicanos, que como ciudadanos hemos llegado tan lejos en la inversión de valores morales, que hasta cualquier indigente y cuando le viene en ganas, asesina a cualquier persona que vea en las solitarias madrugadas de nuestras calles o en los cruces de carreteras, otros delincuentes y tirándoles piedras a los vehículos y para que se vuelquen y mueran sus pasajeros y se les pueda asaltar y robar.

Ya no es que solo a la policía le tenemos que cargar responsabilidades por tantos homicidios, robos y asaltos que se perpetran a cualquier hora del día o de la noche, sino que los ciudadanos debemos encarar la realidad, de que una parte de nuestras familias se han convertido, en unas en las que la delincuencia prevalece y tanto en sus juventudes como en ciertas pruebas inequívocas de irracionalidad, de adultos desarraigados de la fortuna y hasta algunos con el disfraz de indigente social, que las abandonan y como el pretexto para cometer sus tropelías.

En este aspecto, como nunca se evidencia el grave error cometido por quienes dirigían el país en el lapso de mayo 1961 a septiembre de 1965 y principalmente el gobierno del Consejo de Estado y los otros que le siguieron del Triunvirato y al eliminar los programas cívicos del servicio militar obligatorio, cómo también de moral y cívica, que, por lo visto, han provocado el gran vacío moral que sin duda, a los dominicanos y en el 2022 nos abate.

¿Qué decir?, ¿cómo explicar semejantes inconductas?, cuando es tan evidente que las autoridades gubernamentales y por mejores intenciones que pudieran tener y en su incapacidad para garantizar la paz publica y el orden social, han terminadas rendidas ante la mayor ola de delincuencia social que sin duda resurgió en los gobiernos del PRD de los años 1978-1986, igual entre el 2000-2004 y con mayor ímpetu en los gobiernos del PLD del lapso 2004-2020 y los que en conjunto produjeron más de cinco mil personas asesinadas en las calles y sin que hasta ahora, ni siquiera al 60 por ciento de esos crímenes se han descubierto y encarcelado a sus autores, mientras el crimen político como la corrupción gubernamental atraparon a esta nación y como nunca antes y lo más significativo, con el apoyo de la mayoría de las factorías mediáticas propiedad de los barones mediáticos dueños de los medios de producción.

Solo con la existencia de una inmunidad e impunidad oficiales para favorecer las diversas maneras de la criminalidad y de la serie de asesinatos que la acompaña, es que se puede entender que los gobiernos que mencionamos, hayan permitido que todas las formas de criminalidad, social, política, militar y policial y castrense desde las empresas particulares de seguridad manejadas por pensionados de uniforme, se establecieran en el territorio nacional y dominando una sociedad de clase media a alta económicamente, que cerró los ojos ante tanto crimen como también frente al uso de sicarios a gran escala por parte de comerciantes, importadores, prestamistas usureros, almacenistas e industriales, mandando a matar a la competencia y hasta a individuos cercanos al periodismo critico y en tanto, para su vergüenza, las principales religiones, sus emisarios callaron abusivamente y sin remordimiento alguno, mientras muchos se refocilaban en sus apetitos sexuales desenfrenados.

Ahora, aquellos lodos han traído la vorágine que nos agobia y esto hay que decirlo, aunque duela, al habernos convertido en un pueblo de delincuentes de todo tipo y con una de pandillerismo juvenil apoyado por la policía desde sus cuarteles barriales y que ha sido la mancha indeleble del por qué en el actual gobierno del presidente Luis Abinader y hasta ahora, ha sido imposible enfrentar, conjurar y destruir las diversas formas de delincuencia.

Cuando semejante “historial” se repasa y se comprueba que prácticamente la República está inmersa en lo más parecido a una revolución social de características criminales y que ha aumentado a más, con la amplia muestra de corrupción que existe en todas las capas sociales y en particular desde el poder, parecería, que a todos, los que nos queda, es que si nos dejamos dominar por la especie de psicosis colectiva que se está gestando, tendremos que andar armados con revólveres, pistolas y cuchillos (lenguas de mimes) y terminando por hacer de nuestra nación una pura selva.

Ayer, la subprocuradora para asuntos de corrupción, Berenice Reynoso Gómez y en un discurso que pronunció a propósito de que ella y otro subprocurador de apellido Camacho, fueron galardonados por una oenegé muy mentada, Participación Ciudadana. De las muchas verdades que allí dijo, expresó una que taladró lo poco de sentimientos morales sanos que pudieran encontrarse, que si el bandidaje moral no se hubiese apoderado de los políticos y de sus partidos y en consecuencia de los gobiernos que conforman, ahora no estuviera sucediendo, que ese ministerio público central, que ciertamente ha dado muestras fehacientes de enfrentar la corrupción desde el poder, no estuviera enfrentando un acoso de gran descalificación moral y tal como si los delincuentes estuvieran del todo en la procuraduría general de la República y todo el ministerio público central y lo que rotundamente no es así.

En POR EL OJO DE LA CERRADURA, hemos criticado con firmeza, pero también con respeto, que tanto la señora Berenice como el señor Camacho, a veces se muestren insolentes y prepotentes al utilizar el lenguaje de la calle para denostar a sus adversarios, pero nunca hemos dejado de reconocer, que, hasta ahora, ambos y su superior, la procuradora general, Miriam Germán, están actuando de buena fe y con una enorme entrega de servicio publico a la nación y a la sociedad. Sin embargo, en una sociedad, que está visto, ha perdido todo norte moral, mientras a la población, parecería que poco le importa que a parte de los suyos se les entienda delincuentes, da la impresión, de que la delincuencia domina de pleno el discurrir diario de la nación.

De este modo y realmente alarmados por la orgía de sangre que se desliza en todas las instancias de la sociedad y de la población, mientras frívolamente los medios de la prensa mercancía y a veces, tocan el tema queriendo ser críticos, que preguntamos: ¿Y en qué clase de sociedad nos hemos convertido, que ahora hay indigentes sociales que en horas de las madrugadas asesinan conductores de vehículos y transeúntes?, ¿tanta es la inversión de valores morales que nos ahoga?, ¿qué caminos tenemos, el estado de sitio? (DAG)

 

 

RELATED ARTICLES
spot_imgspot_imgspot_imgspot_img

LAS ÚLTIMAS NOTICIAS DE HOY

MSP informa entrega 50 motocicletas y modernos equipos de fumigación

MSP informa entrega 50 motocicletas y modernos equipos de fumigación

0
SANTO DOMINGO.- En una iniciativa destinada a fortalecer la lucha contra las enfermedades transmitidas por vectores, el Ministerio de Salud Pública hizo entrega...

Mas Populares