¿Y la deuda del Banco Central para cuándo?

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Los valores en circulación del Banco Central representan un instrumento de Política Monetaria que se implementó en la década de los 90, su monto a diciembre de 2002 ascendían a RD$6,905.3 millones, equivalentes al 1.3 por ciento del PIB, con la quiebra fraudulenta de tres bancos y la devolución de todos los depósitos, por parte de las autoridades de entonces, provocó una duplicación de la Base Monetaria y se trató de neutralizar esa hemorragia mediante la colocación de certificados que al 16 de agosto de 2004 ascendían a RD$89,438 millones, equivalentes al 9.3% del PIB; la deuda del BC ha seguido creciendo de forma sostenible y representa en la actualidad un componente importante de la deuda pública consolidada.

En 2007 se promulgó la Ley de Capitalización del Banco Central (Ley 167-07) que establecía la emisión de bonos por parte del Gobierno por un monto de RD$320 mil millones y pago de intereses desde 0,.5% del PIB en 2007 a 1.4% del PIB en 2016 y a partir de ese momento se iniciaría un proceso de “desmonte gradual que no podrá ser inferior al 1% del PIB, hasta que se complete la redención total de los Bonos para la recapitalización…”

En la administración del Dr. Leonel Fernández se cumplió con la ley a punto de que esta contemplaba transferencias entre 2007 y 2012 por un monto de RD$79,030.8 millones y fueron realizadas aportes por un monto de RD$81,739.8 millones; a partir del presupuesto de 2013 la administración del Lic. Danilo Medina estableció transferencias por un monto equivalente al 0.7% del PIB pero esto nunca se cumplió.

El “stock” de certificados crece porque al pagar los intereses de estos instrumentos el BC carece de los ingresos suficientes y se ve en la obligación de neutralizar esta emisión mediante la colocación de nuevos certificados. También crece por razones de la política monetaria como la acumulación de reservas o la contracción de la Base Monetaria.

La deuda del Banco Central al 10 de noviembre alcanzó el monto de RD$791,908.0 millones, experimentando un elevado crecimiento interanual de 20.1%, equivalentes a US$14,023.5 millones o 15.3% del PBI, y en función de la deuda pública consolidada representa el 22.3 %. De hecho, la deuda del BC es uno de los motores del crecimiento de la deuda pública consolidada.

En el “Globo de ensayo” de reforma fiscal en la página #86 establece que el “Gobierno Central debe aportar de forma ordinaria 0.6% del PIB al Banco Central anualmente, y se propone un mecanismo de aportes extraordinarios”.
Como la reforma fiscal ha sido pospuesta sin fecha, no hay consignados aportes en el Proyecto de Presupuesto del 2022, por consiguiente la deuda del Banco Central seguirá creciendo, limitando la Política Monetaria y representando un riesgo macroeconómico en el caso de un rebrote inflacionario o un disparo de la tasa de interés. Por: Ramón Núñez Ramírez [hoy]