Una periodista le pidió “disculpas” al presidente Luis Abinader antes de formularle una pregunta medio incómoda. Ahora el presidente de la Cámara de Diputados, Alfredo Pacheco, les dice a los periodistas cómo deben hablar de los honorables ignorantes diputados.
Recordemos que la Procuraduría General de la República amenazó con enjuiciar a periodistas que critiquen sus acciones.
La intolerancia oficial aumentó después de que aprobaron la ley 1-24, convirtiéndonos a todos en “informantes”, que le da al gobierno la autoridad de censurar la prensa.
Los tres poderes del Estado son intolerantes. El Ejecutivo sacó a los periodistas del Palacio Nacional, y se queja constantemente de coberturas y enfoques en un chat de whatsapp. El Judicial amenaza con trancar periodistas y el Legislativo dice lo que no debemos decir.
Esto no es coincidencia, están apretando la tuerca.
Pacheco pidió que la prensa no “ponga” a los diputados "como ignorantes que no leen", pero esas palabras delatan su ignorancia.
Según Pacheco, “nosotros (diputados) no somos ignorantes y conocemos muy bien este oficio de legislar”; pero los periodistas no conocemos el oficio de informar, él nos educa. En la Cámara de Diputados hay personas honestas, como la flor de loto, creciendo en ese pantano de ignorantes, analfabetos, narcotraficantes y riferos, que Pacheco preside.
Sólo los ignorantes creen que “sin penetración no hay violación”, dándoles espacio a los violadores. Sólo un analfabeto eximiría a líderes religiosos de procesos penales, pese a las múltiples violaciones sexuales de curas y pastores.
Sólo narcotraficantes y riferos legislan prohibiendo que les incauten sus armas de fuego, luego de matar o herir a alguien, convirtiéndolos en custodios del cuerpo del delito. Todo eso está en el Código Penal que los honorables ignorantes, analfabetos narcotraficantes, y riferos “estudian” en la Cámara de Diputados.
Pronto ilegalizarán la educación, para asegurar que nadie pueda cuestionar nada que haga el gobierno. Llegamos a esta situación especial sin darnos cuenta. De igual forma, y para “salvar la democracia”, de repente pueden censurar ciertos medios, mucho cuidado con esa intolerancia. Por: J.C. Malone [Listín Diario]
