Si por quejas se trata, nadie entiende las razones por las qué el Estado Dominicano se ha resistido a aplicarle la ley a una empresa privada en la que se presume que los esposos Clinton tienen o son el verdadero poder detrás de Rolando González Buster y cuando se supone que el matrimonio presidencial estadounidense es el primero que se dice que cuida de proteger religiosamente y que no apoya que se violen los derechos e intereses de terceros.
De ahí que llama la atención, que la Superintendencia de Electricidad protege a la empresa CEPM y siempre perjudica a los consumidores y que es el factor que se le atribuye a “a la eléctrica de los Clinton” y la que en estos momentos y haciendo valer su monopolio, CEPM es un monopolio que tiene un 100 por ciento de ganancias.
Por lo que conocemos, la voracidad de esta empresa llega ya a pretender imponer un reglamento para que todo usuario del uso de paneles solares deba prohibírseles su uso o pagarle un porcentaje realmente oneroso. Es increíble como el gobierno ha cedido sus atribuciones y derechos a favor de los Clinton-Buster y peor que haya un silencio sospechoso de los sindicatos de obreros y trabajadores que están acobardados frente al abuso bárbaro del monopolio CEPM, vale decir, Fundación Clinton. (dag-ojo)