Desde el momento que todos los medios de comunicación escritos y electrónicos tradicionales conspiraron para que la población acepte la terrible explotación a la que está expuesta y de manos de empresarios turísticos explotadores, era imposible no suponer que la peor fase del capitalismo salvaje turístico se ensañaría con la República y el presupuesto nacional.
Hoy, el que se entiende el principal empresario “pionero” de la zona este y a quien se le atribuye una fortuna personal de 400 millones de dólares y otra de actualización de activos en naturaleza de más de 10 mil millones de dólares, tengan la cara dura de hacerse el loco y no enfrentar y como debe ser su responsabilidad, de los más de 300 mil ilegales haitianos del que es responsable su entrada masiva a este país, es la desagradable confirmación del olímpico desprecio que siente hacia este país y por saber que no es el suyo de origen.
Solo en este país es que sucede, que el 90 % de los empresarios e inversionistas se hacen y en base a los dineros de los contribuyentes y no porque inviertan sus propios recursos y como es la norma en cualquier otro país y que para colmos, los políticos y gobiernos delincuentes que nos gastamos desde hace 29 años y ahí la muestra de los tres expresidentes y el presidente en ejercicio, de hecho son los asociados de esos seudos capitalistas a los que en reuniones privadas y traicionando a la República, les han entregado e ilegalmente, parte del patrimonio nacional.
En la zona este, el 90 % de los hoteles, encima de que se nutren del capital de trabajo que les facilitan los contribuyentes y debido a la extorsión de los presidentes, no cumplen con el aspecto de la ley y en cuanto a que su empleomanía debe de estar compuesta por un 80 por ciento de mano de obra dominicana y el resto 20 por ciento de extranjera y para colmos, el nicho turístico que generan es el turismo sexual y su colateral de tráfico de personas especializadas en comercio sexual.
Y todo el mundo lo sabe y la prensa ni se diga dentro de ese cómplice y asqueroso sistema mediático tan corrupto, cuyos directores ahora han entrado a la ronda, de que cuando viajan a la zona turística de Punta Cana, no pagan nada y les facilitan villas y para que estén obligados a que sus medios se expresen bien de esos hoteles. E igual ocurre con los que dirigen la policía turística, a los que llenan de prebendas de toda especie.
Este desorden a gran escala y auspiciado por los gobiernos y mucho más el actual, tiene un solo fundamento, que el estado de derecho ha dejado de existir y que los dominicanos no tenemos un presidente de las recias características de un Trump que obliga al empresariado a estar por debajo del Estado y al que le deben obediencia.
Entonces y si ahora hay a nivel nacional y desde el corazón de la nación, un ánimo levantisco y casi insurreccional contra la inmigración ilegal, se debe a que los dominicanos de a pie y de clase media se han dado cuenta de que este tipo de empresario abusador y embaucador, hay que detenerlo a como dé lugar y comenzando por sacar del país al haitiano ilegal y no el amaraco de expulsión que se hizo en Friusa (mata mosquito) que se utilizó el Ejército para que una familia empresarial recuperara terrenos que habían sido invadidos por ilegales que trabajan en sus propios hoteles, negocios y centros vacacionales.
¿Por qué un ex alto cargo estadounidense de la administración Trump, dijo recién en su cuenta en X, que varios funcionarios del gobierno dominicano son investigados por el Departamento de Justicia de su país? No fue de casualidad que dio el dato, sino como preaviso de lo que viene y por la sencilla razón, de que fuera de este país, no son pocos los gobiernos extranjeros que tienen un conocimiento cabal sobre el terrible nivel de latrocinios que los funcionarios del gobierno del presidente Abinader están cometiendo y lo otro, que en Washington no soportan, que los dineros de esos delincuentes de cuello blanco están depositados en cuentas bancarias en el mismo sistema financiero estadounidense.
Pero también está ese detalle tan revelador, de que toda esa venenosa campaña de injurias y difamaciones contra nuestro país y que organismos de la ONU como Amnistía Internacional están desatando, ocurre, porque son financiadas por los principales empresarios turísticos y hoteleros de la zona este y lo que esa prensa dominicana tan asquerosa, calla, en tanto desde un medio de uno de esos “inversionistas”, este no pierde oportunidad para descalificar a los dominicanos que se oponen a tanta agresión empresarial contra nuestra nación.
Para comprobarlo, solo hay que conocer que la llamada “industria turística” solo aporta el 8% del Producto Interno Bruto (PIB) y lo que no se compadece con los más de 50 mil millones de dólares que los contribuyentes dominicanos han facilitado para su expansión.
Véase, que el ministro de Turismo, Collado, solo se muestra interesado en dos cosas: Promocionarse como candidato presidencial para el 2028 y mantener el interés en proteger las infraestructuras de potencial turístico en la zona colonial capitaleña o en determinados litorales que pertenecen a la familia putativa suya, Los Vicini.
Es decir, desde el gobierno, el ministro de Turismo solo atiende los intereses de la familia dueña de un patrimonio de 6 mil millones de dólares originado en el tráfico de influencia y sus relaciones con los gobiernos y hablamos desde el año 1800 y comenzando su enriquecimiento a la sombra del gobierno del presidente Ulises Hereaux (Lilis) y los políticos y de todos los partidos, lo saben y ni hablar de los tres expresidentes, cuyas administraciones tuvieron mucho que ver con el fortalecimiento económico de la familia Vicini, que financió y conspiró para que la emboscada que traidores le hicieran a Trujillo, culminara con su muerte en un desigual combate a tiros.
Y que fue la razón por la que esa familia y otras de clase media alta, lograran la más extraordinaria acumulación de riqueza y se agenciaran, que dos gobiernos de facto suyos, el Consejo de Estado como el Triunvirato y principalmente el último, de que en materia de legalización de documentos, al instructivo legal sobre los llamados Actos Auténticos que era el que regía desde hacía más de cien años el ordenamiento legal, creara los llamados “Actos de firmas privadas”, con los que el 90 % de los inmuebles en tiempos de la dictadura, pasaron sin más a nuevos dueños y que fue la situación que generó el nicho de nuevos ricos desde el 1962 a la fecha.
De ahí que preguntemos: ¿Cómo es posible que el Estado delincuente permita que los empresarios turísticos violen la ley de incentivo turístico, no inviertan sus propios dineros y encima, sea el contribuyente el que les facilite su capital de trabajo? Con Dios. 22.05.2025